En las últimas horas, el campo bonaerense mantuvo un encuentro en Saladillo en el que trazó su hoja de ruta para evitar que las zonas agropecuarias de la provincia de Buenos Aires sufran las consecuencias de los temporales que azotan a los municipios que derivan en las pérdidas productivas y la destrucción de caminos rurales.
La asamblea, desarrollada en la sede de la Sociedad Rural local, apuntó especialmente contra la paralización del Plan Maestro del Salado y la falta de obras hídricas en la Cuenca Vallimanca-Saladillo, una de las zonas más afectadas por las lluvias de las últimas semanas. Las exigencias se plasmaron en un documento que recibió la adhesión de las asociaciones rurales de Roque Pérez y 25 de Mayo.
La frase, incluida en el acta final, sintetiza el sentimiento de hartazgo del sector productivo. Los reclamos apuntaron directamente al gobernador Axel Kicillof y al presidente Javier Milei por la inacción ante una problemática que, según denunciaron, se repite “cada vez que llueve fuerte”.
Uno de los pedidos más urgentes fue la reactivación del dragado del río Salado, en particular del Tramo IV.2, paralizado cerca de la Ruta Nacional 205. Según detalló el titular del Consejo Asesor del Plan Maestro del Salado, Alberto Larrañaga, desde hace meses las gestiones ante el Ministerio de Economía, la Secretaría de Obras Públicas y la Jefatura de Gabinete no tienen respuesta. Esto, a pesar de que el propio Gobierno nacional había declarado esas obras como “prioritarias” en mayo de 2024.
El campo bonaerense mantuvo un encuentro en Saladillo en el que trazó su hoja de ruta para evitar las consecuencias de los temporales.
El prosecretario Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Fernando Ferrari.
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), el prosecretario Fernando Ferrari pidió al Ministerio de Infraestructura bonaerense que adhiera al proyecto técnico presentado por la entidad para readecuar el cauce de los arroyos Saladillo y Vallimanca. El plan prevé intervenciones clave para evitar que las lluvias sigan paralizando la producción en la región.
Otro de los ejes críticos del encuentro fue el Canal 16, una obra construida hace más de 30 años para aliviar la Cuenca Vallimanca-Saladillo que permanece inutilizada. “Es la única obra de envergadura que se hizo para esta cuenca y no se puede usar por supuestas objeciones técnicas que nunca se resolvieron”, cuestionaron los productores.
Según relataron, el canal permanece cerrado porque se sostiene que podría afectar el nivel de los pluviales en Saladillo, pero no hay estudios concluyentes ni voluntad política para dar una solución. “Hace al menos ocho inundaciones que lo tenemos como un adorno”, graficaron.
El presidente de la Sociedad Rural local, Ignacio Bustingorri, fue una de las voces más firmes del encuentro. “Tenemos que trabajar por cuencas, unir a los productores y a las entidades, pero también hacer que el Estado responda. Si no hay presión política, las obras no llegan”, remarcó.