Los empleados que fueron despedidos del frigorífico expresaron cual es la problemática que estaban atravesando y que los obligó a tomar la decisión de cortar con la tarea. Mencionaron que no se les reconocen las horas extras y que las condiciones de salubridad son precarias.
Los empleados que fueron cesanteados del frigorífico también dialogaron con este medio luego del contacto con el Intendente Román Bouvier, señalando habían tomado la decisión de no continuar con las tareas debido a que no les reconocen las horas extras y que las condiciones de salubridad de la empresa no son las correspondientes.
Ayer a la mañana, los trabajadores que fueron cesanteados por la empresa que está al frente del frigorífico que funciona en nuestra ciudad, más precisamente en el barrio Mataderos, le explicaron al Jefe Comunal diferentes situaciones que estaban atravesando en su lugar de trabajo, por ejemplo señalando que “tienen sueldos por cobrar“, mientras que además señalaron que “mandamos una carta documento al apoderado y ellos no se hacen cargo de que trabajamos allí“.
Uno de los trabajadores expuso que “trabajé un año y medio en el frigorífico, pero me pusieron como que nunca había trabajado allí“.
“No sabemos a quien recurrir para poder frenar esta situación, si es que tenemos que ir al choque, que es algo que no queremos hacer“, expresaron, haciendo foco además en las condiciones en que se trabaja dentro de la empresa: “Esto no puede seguir funcionando de esta manera en la ciudad, entran animales en negro, el municipio tiene que mandar a realizar una inspección para controlar de la manera en que se trabaja ahí adentro“.
Expresaron que “muchas veces entramos a trabajar y al rato se corta la luz, cuando vuelve se rompe una cadena, se arreglar y seguimos, después se corta otra cadena y otra vez a esperar que la arreglen, o sea que por ahí cumplimos el horario sin poder terminar, con lo cual nos tenemos que retirar, llegamos a trabajar nueve horas y nos pagan siete, nunca nos reconocieron las horas extras“.
“Estamos yendo hace dos días al frigorífico y nadie viene a hablar con nosotros, nos dicen que no podemos entrar y se meten adentro“, indicaron, agregando que el frigorífico tiene un mal mantenimiento, la se arregla una cadena y se rompe un motor, lo arreglan y se corta la luz, o sea que pasa el tiempo y nuestro horario se cumple, y en este caso cuando el horario se cumplió nos fuimos“.
Comentaron también que “aparentemente al hombre le molesta que no estemos veinte horas trabajando, incluso nos pagan menos de las horas que estamos, a lo mejor piensan que tenemos que trabajar 15 horas con el látigo en el lomo“.