El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) publicó un serie de recomendaciones para evitar el síndrome urémico hemolítico (SUH), sobre todo en los grupos de personas a los que más daño genera y por supuesto, preocupa. ¿Qué se puede hacer?
Con un caso confirmado en la provincia de Buenos Aires hace un mes, la alerta se aumentó. La enfermedad que es transmitida por los alimentos y causada por una toxina de la bacteria Escherichia coli, afecta al sistema renal y urinario de los seres humanos.
¿Cuáles son los síntomas del Síndrome Urémico Hemolítico?
El SUH se muestra rápidamente y hay que actuar de la misma manera, acudiendo al médico de confianza ante la primera aparición de síntoma directo.
Si bien algunos efectos bastante comunes en distintas enfermedades, como la fiebre, vómitos y diarrea, lo importante es poder observar la presencia de sangre en las heces, irritabilidad, debilidad y letargo o falta de producción en orina. La piel también se puede ver afectada con: Palidez, hematomas, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños puntos rojos y coloración amarillenta de la piel.
¿Qué grupos son los más afectados?
Obviamente, esta problemática de salud afecta a todas las personas, sin embargo, los menores de cinco años y los inmunosuprimidos son los más propensos a contraerla y también a sufrirla más gravemente. La ausencia de las defensas necesarias a nivel intestinal puede provocar que dicha enfermedad genere diarreas graves y sanguinolentas hasta una insuficiencia renal.
Recomendaciones para evitar el SUH
Si bien el SENASA realiza trabajos de control y limpieza para cuidar la sanidad de los alimentos, es importante que cada persona adopte adicionalmente una serie de cuidados al comprar, trasladar, almacenar, cocinar y consumir alimentos:
- Evitar darle carne picada a menores de 5 años.
- Lavar bien las frutas y verduras que van a consumir.
- Lavarse las manos antes y después de cambiar pañales. También, después de tocar animales, manipular alimentos e ir al baño.
- No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así evitarán la “contaminación cruzada”.
- Colocar la carne en un bol para guardarla en la heladera, poniéndola en los estantes inferiores con el fin de evitar los derrames hacia los cajones de frutas y verduras.
- Mantener la cadena de frío de los alimentos.
- Cocinar muy bien las carnes (no deben quedar partes rosadas o rojas en su interior).