Luego de que la excandidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y el expresidente, Mauricio Macri, anunciarán públicamente su respaldo al aspirante de La Libertad Avanza, Javier Milei, el PRO comenzó a reorganizar su andamiaje de fiscales de cara al balotaje del próximo 19 de noviembre.
En ese sentido, el amplio operativo, del que participarán alrededor de unos 100.000 fiscales en todo el país, comenzó a diagramarse este martes con una reunión en la que participaron por parte del PRO el diputado nacional Cristian Ritondo y el senador José Torello, mientras que de La Libertad Avanza dieron el presente la legisladora nacional Carolina Piparo, el armador Sebastián Pareja y el eventual ministro de Infraestructura de Milei, Guillermo Ferraro.
En ese contexto, uno de los focos en los que posa su mirada crítica el partido libertario es la provincia de Buenos Aires, bastión histórico peronista, donde son necesarios alrededor de unos 40.000 fiscales, debido a la extensión del territorio.
Según fuentes allegadas a La Libertad Avanza, el encargado de comandar el operativo de fiscalización en nombre del PRO en dicha provincia, sería el exministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, por su experiencia en los municipios durante la gestión provincial de María Eugenia Vidal.
Es que, en el distrito más populoso del país hay 40.102 mesas, en las cuales debe haber un fiscal de mesa y por lo menos dos responsables de escuela o fiscales generales, una estructura de 45.000 personas que el partido “anti-casta” no parecía poder subsanar. Sin embargo, con el desembarque del ala dura del PRO, los libertarios parecen suspirar aliviados de cara al balotaje.
No obstante, otras de las estructuras que el PRO facilitaría a la fiscalización de La Libertad Avanza de cara al balotaje, es el grupo llamado G25, una red de militancia joven del partido cambiemita desperdigado por todo el país.
En esta línea, fuentes del PRO, el expartido de la coalición Juntos por el Cambio que ya tuvo experiencia en varias elecciones nacionales, indicaron que “es imprescindible que los fiscales que están sentados en las mesa tengan experiencia en elecciones anteriores, y preferentemente sean parte de la militancia“.
De esta manera, se intentará evitar lo ocurrido en las elecciones generales, donde el partido libertario confió parte de la fiscalización al sindicalista gastronómico, Luis Barrionuevo, quien, según se debatió pos domingo electoral, no puso a disposición la cantidad de fiscales que los libertarios necesitaban.
En concreto, según se empezó a delinear en la reunión de este martes, la idea es que las responsabilidades de fiscalización a nivel nacional se dividan cincuenta y cincuenta entre los libertarios y el PRO, mientras que en la provincia de Buenos Aires se buscará que el partido macrista garantice al menos 10 mil personas, y que el resto sea aportado por La Libertad Avanza.
Si bien, fuentes cercanas al entorno de Milei aclaran que la elección del próximo 19 de noviembre será más fácil de fiscalizar al haber una sola boleta de una sola categoría, eso no implica que se vayan a necesitar menos fiscales.
En ese marco, y tras el escandaloso pacto entre Macri-Milei, las expectativas se posan también sobre el comportamiento de los 10 gobernadores cambiemitas, elegidos durante las elecciones generales de este año. A pesar de que todos firmaron un documento de neutralidad de cara al balotaje, se especula que la cercanía de algunos de ellos al expresidente, en varios casos puede pesar más que el escrito.