Emocionado hasta las lágrimas, con el dobok todo ensangrentado producto de la dureza de la batalla, el rojense que se coronó en la modalidad de la lucha manifestó que es “un logro que quiero compartir con toda mi familia, mi gente y toda la Argentina“.
Prácticamente quienes estuvimos frente a la pantalla en la mañana del domingo siguiendo el paso a paso de la participación de los integrantes de la Escuela Regional de Taekwon-Do en el campeonato mundial de Barcelona no terminábamos de emocionarnos con las dos conquistas de Sabrina Mai tanto en formas como en lucha en el plano individual, que nos encontramos con otra alegría gigante, que fue la que regaló Joaquín Teyssandier.
Poniendo de manifiesto su capacidad y su fortaleza Joaquín Teyssandier demolió al británico Harry Evans, en un combate que pudo haber terminado mucho antes producto del sangrado intenso que caía de las fosas nasales.
El representante de Inglaterra trató de sostenerse hasta donde pudo, hasta que los médicos no lo autorizaron a continuar, y fue el momento del estallido, de la emoción y la alegría para Joaquín Teyssandier, que más allá de la determinación de los profesionales había sido el claro dominador del pleito.
Sobre el cierre de su presentación Joaquín Teyssandier dialogó con los medios que realizaron la cobertura del evento en Barcelona y declaró: “No tengo palabras, el hecho de ser bicampeón mundial es mucho para mi“.
El representante de la Escuela Regional de Taekwon-Do, que obtuvo dos medallas de oro en el Campeonato Mundial, en el plano individual dentro de la categoría para más de 82 kilos y en el marco de los equipos, sostuvo tras la conquista que “me siento muy agradecido para con toda la gente que me viene acompañando desde hace tantos años, a la Confederación Argentina de Taekwon-Do y todo el público que está acá presente.
“Este éxito es para toda mi familia, para los amigos, mis hijos, a toda Argentina y Rojas que siempre apoya para que nosotros podamos disfrutar de este momento“, completó Joaquín Teyssandier, a quien se lo vio en las redes sociales luciendo orgulloso sus medallas, ahora con días de disfrute y de descanso antes de volver al pago, seguramente poblándose las calles de la ciudad en su regreso para compartir semejante emoción, cerrando una etapa de mucho sacrificio con la conquista del logro más importante de todos.