La caravana viene desde Santa Fe, y se dirige hacia el Obelisco porteño – “Son salidas en las que buscamos visibilizar la inclusión mediante diferentes actividades llegando a escuelas y estando con los chicos”, explicaron desde el grupo organizador
El grupo de ciclistas no videntes Atre-Verse pasó por nuestra ciudad, y visitó la Escuela Especial 501, donde fueron recibidos por las autoridades del establecimiento.
La caravana viene desde Santa Fe, y se dirige hacia el Obelisco porteño. «Venimos haciendo un viaje desde Santa Fe hacia el Obelisco. Es la tercera salida que hacemos ya que anteriormente unimos las provincias de Córdoba y Buenos Aires, e hicimos otro viaje de La Quiaca al Obelisco. Son salidas en las que buscamos visibilizar la inclusión mediante diferentes actividades, llegando a escuelas y estando con los chicos», explicó Abel, uno de los guías del grupo.
En ese sentido, señaló que “en este viaje venimos con tres personas no videntes, y tenemos cuatro bicis tándem con cuatro guías, aunque hemos sufrido un inconveniente que produjo que uno de los chicos no pudiera continuar. Pero en Junín se nos sumarán otras personas con sus bicis tándem».
Además, refirió que “en todos los lugares en los que paramos llevamos adelante charlas con los chicos y luego los llevamos a dar una vuelta en la bici para que vean de qué se trata lo que hacemos».
En lo personal, reflexionó que “para mí es algo muy natural. Nos reconforta esta tarea, que además nos permite capacitar a otros chicos. Incluso a los mismos profesores de cada escuela les ponemos una venda y los llevamos a pasear con nosotros para que experimenten la sensación de llevar una persona, teniendo como objetivo que se vayan sumando cada vez más guías»
Abel explicó que “arrancamos con esta actividad durante la pandemia, porque ocurrió que en Córdoba no se podían hacer muchas cosas. Entonces empezamos a salir con varios grupos en bici, y un día nos pasó que una persona ciega compró una bicicleta y nos dijo que se quería sumar, así que nosotros nos ofrecimos para hacerle de guía y allí comenzó todo. Se fueron sumando varios y hoy son muchos los que andan en bici. Hasta hemos iniciado con competencias, y de hecho vamos a estar en la de Río Pinto».
«Para nosotros es sumamente gratificante porque los estamos ayudando a ellos a demostrarle que más allá que tienen una discapacidad no existe el impedimento para hacer un deporte. Seguramente que nos cuesta mucho armar las bicis porque son bastante caseras, tal es así que es difícil conseguir los cuadros. Por eso estamos esperando que el gobierno nos pueda dar una mano para importar bicicletas», indicó, y agregó que “no se trata de un deporte adaptado, sino que nosotros le llamamos ‘andar con ojos prestados’, y lo que buscamos es ayudarnos mutuamente. Además es una alegría porque nos permite estar con los chicos, llevarlos, y que ellos se den cuenta que lo pueden hacer, ya que si nosotros lo hacemos cualquiera lo puede hacer. Nosotros no somos personas jóvenes ni super atletas: de hecho en mi caso tengo 60 años, mi compañero 66, y otro tiene 70, y los guiados también son personas grandes. Nos animamos y vamos a seguir hasta donde podamos. Hay gente de Córdoba, mientras que también está participando del grupo gente de Tucumán, Esquel, Buenos Aires y Jujuy. Nos vamos conociendo por WhatsApp y nos vamos encontrando en cada pueblo para mostrar lo que hacemos por la discapacidad».