Finalmente el Gobierno dará marcha atrás con las reformas planteadas a la actividad pesquera en el marco de la Ley Ómnibus, de acuerdo a lo anunciado por el ministro del Interior de la Nación, Guillermo Francos.
Tras un encuentro mantenido en la Casa Rosada con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y con el intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, Francos indicó que hubo una interpretación errónea de las reformas planteadas.
“El espíritu es muy claro y se había creado una confusión sobre el sentido de las 200 millas que son para la pesca nacional”, dijo el funcionario más político del Gabinete de Javier Milei.
Y es que el artículo 245 de la Ley Ómnibus implicaba el aparente fin de la Zona Económica Exclusiva: “Para el otorgamiento de los permisos de pesca, la autoridad de aplicación solo podrá verificar los requisitos técnicos y de seguridad de los buques. Los permisos no podrán tener un tratamiento diferencial por el origen de los buques, su antigüedad o la mano de obra que empleen; ni por las características de las empresas titulares de los buques”, reza la norma, que ahora será modificada.
Este artículo modifica diametralmente lo expuesto en el artículo 24 de la Ley 24.922 (Régimen Federal de Pesca), que busca reservar la explotación de los recursos vivos marinos dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina –desde la costa y hasta 200 millas marinas mar adentro– a personas físicas o jurídicas constituidas en el país, de acuerdo con la normativa nacional vigente.
Previo a este encuentro, y en declaraciones radiales, el mandatario chubutense “Nacho” Torres había sentenciado que estas modificaciones impulsadas por el Ejecutivo de Milei tienen “una visión unilateral de una persona en la Casa Rosada que desconoce totalmente la realidad heterogénea de la Argentina”.
“La nueva ley contempla un artículo que libera las licitaciones de cuota del recurso a cualquier buque extranjero sin contemplar los antecedentes de las empresas. Ahí hay una cuestión de soberanía preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que la Argentina pierde miles de millones de dólares en la milla 200 por pesca ilegal”, agregó.
Menos beligerante, Montenegro por su parte subrayó que “acá lo importante es que haya competencia, que se mejore la calidad, la competitividad, los precios, pero también que haya más laburo”, y agregó que “esto genera una destrucción de puestos de trabajo”.
“Hay que tener mucha claridad para decir ‘cómo hago para que sea mejor para el sector’ y que no sea lo mejor solamente para algunos sectores. Hay que buscar con mucha tranquilidad”, analizó finalmente.