“El Gobierno argentino ha entendido que el feminismo es una identidad y lo único que ha hecho fue sumarse a los reclamos de igualdad de mujeres, lesbianas, travestis y trans que luchan por sus derechos”, expresó el mandatario en la apertura del evento, que se extenderá hasta el viernes bajo la temática “La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género”.
En este marco, el Jefe de Estado aseguró que “debemos seguir trabajando más que nunca en favor de la igualdad. Tenemos que lograr que nos respetemos”.
“La marea verde que ha cambiado el mundo nos está educando y haciendo entender que hay un fin de ciclo”, remarcó Fernández y señaló que “el feminismo impulsó esa transformación para que la igualdad se transforme en una realidad”.
“Desde el Gobierno Nacional hemos podido avanzar mucho y yo estoy contento de haber sido en alguna medida artífice de alguno de esos cambios”, indicó el mandatario refiriéndose a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) al tiempo que repasó otras políticas como “garantizar un cupo trans para que puedan trabajar en la administración pública, terminar con la documentación binaria y enviar al Congreso de la Nación una ley para fomentar el registro y que se les reconozca a las madres los trabajos de cuidado para que puedan jubilarse”.
Con respecto a la implementación de la IVE resaltó que “cuando uno mira los resultados y vemos el modo en que han decrecido las muertes con motivo de los embarazos, nos damos cuenta cómo castigamos a las mujeres durante años sometiéndolas y persiguiéndolas penalmente. Lo único que lográbamos con eso era la clandestinidad y el maltrato a la salud de la mujer”.
Si bien consideró que “todavía dista mucho por caminar”, también destacó que la Argentina fue “reconocida por las Naciones Unidas por la labor en pos de la igualdad de género y del respeto en la diversidad”.
Y agregó: “Eso no ha sido la acción de un Presidente ni de un gobierno: es la acción de una sociedad que va entendiendo la necesidad de transformar, la necesidad de ser iguales. Y nada hay más lindo que trabajar por la igualdad”.
Durante su intervención, Mazzina indicó que “el encuentro entre las luchas incansables de nuestros movimientos feministas y transfeministas, la voluntad política y la articulación entre los Estados, tiene un enorme potencial a la hora de consolidar compromisos en materia de igualdad de género y de ampliación de derechos para mujeres y LGBTI+».
«Como país, proponemos aprovechar esta instancia para avanzar hacia una sociedad del cuidado, al tiempo que apostamos a generar un verdadero espacio de encuentro para afianzar compromisos que profundicen lo conseguido en estos 45 años de historia de la Conferencia Regional y de la Agenda Regional de Género. Planteamos como un objetivo prioritario impulsar un cambio de paradigma que priorice la sostenibilidad de la vida y que avance a un nuevo modelo de desarrollo en el que las mujeres y LGBTI+ se ubiquen como actoras centrales», añadió.
El panel también estuvo conformado por la ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, Antonia Orellana; la directora regional para las Américas y el Caribe de ONU-Mujeres, María-Noel Vaeza; la coordinadora residente de las Naciones Unidas en la Argentina, Claudia Mojica; el secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs; y el secretario de la Comisión, Luis Yáñez. Durante la actividad también brindó un discurso de forma virtual el presidente de Chile, Gabriel Boric.
La Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe es un órgano subsidiario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y es el principal foro intergubernamental sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género en la región.
Es organizada cada tres años por la CEPAL, en coordinación con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y con una amplia participación de Gobiernos y organizaciones de la sociedad civil, para analizar la situación respecto de la autonomía y los derechos de las mujeres, presentar recomendaciones en materia de políticas públicas de igualdad de género y realizar evaluaciones periódicas de las actividades llevadas a cabo en cumplimiento de los acuerdos regionales e internacionales.