Ante la expectativa de una mayor devaluación del tipo de cambio oficial, la empresa estatal Yacimientos petrolíferos fiscales (YPF) aplicó en las últimas horas un fuerte aumento de los precios de nafta y el gasoil de 25% en promedio, lo que significó el segundo incremento en menos de un mes e implicó un nuevo golpe al bolsillo de los automovilistas.
En ese sentido, la medida se sumó a la implementada previamente por las estaciones de servicio Shell, Axion y Puma Energy, con lo cual llenar el tanque aumentó más del 145% en lo que del año, de los cuales un 44% promedio se dio tras el balotaje presidencial del pasado 19 de noviembre.
Con el aumento del 25% (que en algunas localidades del país alcanzó el 30%), los valores de los combustibles de YPF quedaron de la siguiente manera: el litro de la nafta super en $404; de la nafta Infinia en $499; del gasoil Diesel 500 en $431; y el gasoil Infinia Diesel en $543.
“Las empresas se anticiparon a la devaluación de los próximos días. Cuando ocurra, ajustarán de nuevo. Es lo mismo que hicieron los productores de la carne, los fabricantes de cerveza y los dueños de supermercados”, manifestaron los representantes de las compañías de combustibles.
De esta manera, llenar un tanque para un auto regular con capacidad de 45 litros pasó a costar más de $18.000 y, en caso de utilizar nafta Premium, dicho valor roza los $22.500. A modo de ejemplo, los modelos con dicha capacidad de tanque son el Peugeot 208, el Ford Fiesta y el Renault Sandero.
Teniendo en cuenta vehículos masivos, que se usan para el transporte personal o incluso de cargas menores como es el caso de los furgones chicos (Renault Kangoo, Citroën Berlingo, Peugeot Partner) con capacidad de 50 litros, llenar el tanque demandaría entre $20.200 y $24.900.
En tanto, para los mismo vehículos utilitarios que utilice gasoil, los precios de los combustibles para llenar el tanque rondarán entre los $21.000 y los $27.000, tras el aumento decretado entre el viernes y sábado.
Con relación a las nuevas autoridades que asumirán a partir de este domingo, el futuro secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, sostuvo que la intención es apuntar a una fluctuación libre, sin el control indirecto que hoy ejerce el gobierno”, en referencia a la postergación de los aumentos del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).
“Una vez logrado el equilibrio de precio con la paridad de exportación, se instrumentará un fondo compensador para morigerar los aumentos y reducciones de precio internacional que impactaría en el precio doméstico, del tipo que existe en Perú. En el mientras tanto, evaluaremos la conveniencia y posibilidad normativa de regular con la carga impositiva”, precisó Chirillo.