A dos días de que el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) de a conocer cuánto fue la inflación de junio, numerosas consultoras privadas anticiparon que el sexto mes del año marcará una desaceleración.
En rigor, luego del 7,8% de inflación de mayo, la consultora EcoGo pronosticó que el Índice de precios al consumidor (IPC) de junio se ubicará en el 6,6%, lo que marcaría una interanual de 118,1% y una acumulada de 51,2% para el primer semestre del año.
Asimismo, la consultora Empiria, administrada por el exministro de Economía de Mauricio Macri, Hernán Lacunza, estimó que la inflación de junio marcará el 7,2%, mismo número que lanzó Orlando Ferreres & Asociados y Ecolatina.
“La inflación de junio fue de 7,2% mensual y registró un crecimiento interanual de 121,1 por ciento. Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 7,6%, marcando un aumento de 115,8% anual. Así, la inflación general acumulada fue de 50,9%, y la inflación núcleo acumuló 50,6% en junio”, midió Orlando Ferreres & Asociados.
En tanto, C&T observó que la inflación de junio se posicionará en el 6,7%, un número muy por debajo del 8,7% que anticiparon en mayo, pero por encima del 5,3% del sexto mes del año pasado.
Además, la consultora Libertad y Progreso también enfatizó en que habrá una baja en la inflación para junio: afirmaron que será del 6,8%. “Que el índice de precios de junio sea menor al de mayo está dentro de lo esperable manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente”, dijeron.
Esta hipotética desaceleración de la inflación de junio, le viene como anillo al dedo al Gobierno de Unión por la Patria. A casi un mes de las elecciones de agosto, el oficialismo buscará evadir cualquier problema económico (una de sus principales deudas) para tener un mejor rendimiento en las urnas.
Esto, teniendo en cuenta que el principal precandidato presidencial del oficialismo es nada más ni nada menos que el ministro de Economía, Sergio Massa. Una brusca subida de precios sumado a una inestabilidad financiera, podría sumir a Unión por la Patria en una catástrofe electoral. Algo que ni el bloque peronista ni el titular del Palacio de Hacienda buscan experimentar.