El conocido vecino rojense, ex futbolista, que viene atravesando un problema de salud desde hace cuatro años, se mostró preocupado porque no le están entregando la medicación que necesita de manera urgente para mejorar su calidad de vida. Habló con El Nuevo en Radio.
Desde hace un tiempo a esta parte son varias las personas y organizaciones que vienen poniendo el grito en el cielo, manifestándose en medios y redes sociales, porque tras una incomprensible medida del gobierno que encabeza el presidente Javier Milei, se ha decidido recortar gastos en el plano de la salud, más precisamente en la entrega de medicamentos para pacientes oncológicos.
En Rojas no escapamos a la situación que viven miles y miles de personas a lo largo y lo ancho de la Argentina, y justamente en diferentes medios apareció realizando un reclamo el conocido vecino Claudio Villarroel, ex futbolista, que desde hace cuatro años está luchando por su vida, afectado por un problema oncológico.
Claudio Villarroel nos visitó en Radio Rojas y comentó su problemática, señalando que ”desde hace unas semanas que estoy con los reclamos respecto de una problemática que viene afectando a miles de argentinos, y en mi caso vengo atravesando una enfermedad crónica oncológica, donde he sido operado de un riñón, que era canceroso y me lo tuvieron que sacar, luego me operaron de un pulmón y me sacaron nueve ganglios, y al día de hoy tengo otros ganglios afectados y tumores en la cabeza, por eso es que estoy en un tratamiento oncológico“.
“Hace dos meses que la pastilla que tengo que tomar no me llegaba, pero resulta que ahora, después de setenta días, llegó, pero mientras tanto la enfermedad se me hizo crónica y ahora la pastilla la tengo que tomar de por vida“, indicó.
En este orden agregó: “Me encontré desde hace 25 que la pastilla no estaba, por eso tuvo que empezar a tocar todas las puertas posibles, por el lado de IOMA y otros tantos más, pero no había respuestas“.
“El tratamiento es únicamente con esa pastilla porque es la única que me dio resultado, me aplacó los tumores, los ganglios, incluso eliminó algunos chicos que tenía en la cabeza, pero ahora me encuentro con el problema que la pastilla no está, así que estoy esperando por obtener una respuesta para los próximos días, porque sé que la pastilla llegó, pero todavía falta que llegue a mis manos“, sostuvo el conocido vecino rojense.
Villarroel repasó como comenzaron los problemas de salud:
«Arrancaron un mes antes de la pandemia, cuando me encontré acompañando a mi cuñado tratándose un problema de cáncer de próstata y través de llevarlo a Junín, me hice el estudio y me encontraron una mancha en un riñón, tenía tres órganos muy afectados, un riñón, un pulmón y la próstata, que me indicaron que estaban muy tomados».
«Me tocaron médicos que son una eminencia y me sacaron adelante y acá estoy, siempre a través de diferentes medicaciones, mientras tanto me extirparon primero el riñón, después me operaron el pulmón y allí pude salir adelante, porque en un momento pensé lo pero, pero toda la vida fui un luchador y le puse el pecho a las balas, siempre me mantuve en la lucha, que es lo más importante de esto, además de las amistades y la gente que me demostró su cariño apoyándome, en ese sentido soy un privilegiado, porque mucha gente siempre estuvo a mi lado, y gracias a ellos estoy de pie, porque llegó un momento que ni caminaba», declaró.
Claudio Villarroel valoró la ayuda de sus seres queridos: «Los amigos hasta dejaban de trabajar para llevarme, me iban a visitar siempre con la esperanza de que los resultados fueran los mejores, pero nos fuimos encontrando con el inconveniente de la burocracia de los remedios, que significa un problema más para la enfermedad».
«No se quien se tiene que hacer cargo de la situación, ni me quiero meter en temas políticos, pero quien esté al frente se tiene que poner una mano en el corazón y no cortar los tratamientos oncológicos, porque de esos remedios dependen la vida de nosotros», expresó.
Claudio Villarroel consideró que «el gobierno que esté en funciones, cualquiera sea, se tiene que ocupar de entregarle esa droga a la gente porque realmente se necesita, no es una enfermedad en la cual uno se toma una cafiaspirina y ya está, es algo muy difícil para las familias y sobre todo para la persona que está enferma, acá sufre toda la familia, no es que sufre uno solo“.
Respecto a los inconvenientes para recibir la medicina apuntó que «el primer problema con el medicamento lo tuve al inicio del tratamiento, porque después que me lo recetaron tardaron setenta días para tomar la determinación de darme el remedio, y en ese caso tenía que empezar como máximo el tratamiento a los diez días.
Con una ley de amparo logramos conseguirlo, después apareció el grupo +UNO que me consiguió una caja para iniciar el tratamiento, que me sirvió hasta que llegaran las de IOMA.
Luego de las dos cajas que vinieron de IOMA el tratamiento se cortó y ahí no pude continuar hasta ahora, mientras tanto estamos en tratativas con una droguería, que me dijeron que pronto va a llegar, y que puede ser esta semana».
«Para toda la medicación que tengo que tomar debo hacer un trámite todos los meses, tengo que traer la orden del médico, presentársela a IOMA y ellos la tienen que autorizar, eso luego va a La Plata y después llega la entrega, y en los primeros dos meses veníamos diez puntos, pero cuando el gobierno decidió cortar toda la entrega de medicamentos oncológicos empezaron los problemas, y aún me pregunto por qué tomaron esa decisión, hace de cuenta que prefieren que estemos muertos», se lamentó.
«Charlé con una persona no hace mucho, que le pasó algo parecido a lo mío y me reconoció porque me había visto en algunos medios reclamando, allí me contó que su hijo tenía leucemia y que también se le cortó el tratamiento, incluso hace unos días salieron por televisión. Se trata de un chico de 16 años con un problema de glóbulos rojos, que venía bárbaro con el tratamiento y se lo cortaron, así que ahora el chico está luchando por su vida», comentó.
Claudio Villarroel explicó que «en total tomo dos medicamentos para la próstata, también para la hipertensión y la diabetes, porque me agarró todo junto, precisamente con las operaciones se me despertó la diabetes, que es de grado 4, que la voy llevando bien con los remedios, que por otra parte se fueron con el precio a las nubes y no los puedo comprar, de hecho terminé pagando casi 80 mil pesos todos los remedios, que era imposible, hasta que IOMA me benefició algunos por el cien por cien».
“Cuando empezamos el tratamiento la pastilla era de 90 y ahora es de 180, la primera es para que uno acepte el tratamiento, y en ese caso lo acepté de diez, empecé a caminar, a andar más, también volví a comer porque no comía, antes no podía hacerlo, o sea que esa pastilla me dio vida, me dio fuerzas y demás, pero ahora empecé nuevamente a no comer“, contó.
Respecto a su estado de salud actual, mientras no recibe la medicación, indicó: “No solo hay un desmoronamiento pasa en la parte física, también en la parte psicológica, todo va de la mano, y uno piensa que nunca va a llegar, y encima cuando te das cuenta que se trata todo de burocracia, de andar para todos lados, y siempre me las tengo que arreglar como puedo, además tengo mi mamá de 89 años y no la puedo descuidar, o sea que me muevo en la medida que puedo, por eso espero que la pastilla llegue, porque es mi vida, es más, si esta pastilla me hubiese llegado dentro de los veinte días posteriores a que me los recetó el médico, el tratamiento hubiese sido de un año y pico, y ahora es de por vida porque la enfermedad se me hizo crónica, o sea que la empecé a generar yo“.
“Tanto la pastilla que estoy esperando como la de la próstata las tengo que tomar de por vida -explicó-, por eso es que tengo que hacer todos los esfuerzos posibles, incluso me preguntan como aguanto tanto, y lo único que digo es que hay que lucharla, y te aseguro que me siento medianamente bien porque la peleo todos los días, pero me duele el cuerpo, nunca pensé en quedarme en la cama, eso es lo peor que hay para esto, aunque sé que hay gente a la cual los dolores no les permiten ni moverse, es una enfermedad muy dolores y arrastra a toda la familia“.
“Sin el apoyo de mis amigos nunca hubiese logrado nada, ellos hacen peña, colaboran en lo que me haga falta, hay mucha gente que me responde cuando hacemos alguna iniciativa, y soy un agradecido de todo, creo que ahí está todo lo que fui cosechando en la vida», subrayó.
El ex futbolista habló de como son sus días atravesando la enfermedad: «Me levanto muy temprano aunque no puedo trabajar, no puedo hacer fuerza, pero me pongo a hacer cosas en casa, puedo caminar muy poco, incluso poco puedo andar en bicicleta, porque al no comer voy perdiendo musculatura y fuerza, de hecho pesaba 116 y hoy peso casi 90“.
Respecto a la espera por el medicamento apuntó que “la ley de amparo me llegó para la pastilla, sé que está en la droguería y que fue aceptada, la misma ley de amparo dice que la pastilla tiene que ser entregada inmediatamente, ahora me llamaron y me dijeron que en 24 horas está en Rojas, así que estoy esperando con ansiedad que me llegue a mis manos, eso es lo importante para retomar el tratamiento y mejorar la calidad de vida, que es lo principal en todo esto, ya que no es una enfermedad que se pueda curar“.
En el cierre puntualizó que “la caja tiene 28 pastillas y tomo una por día, así que espero que antes de que se termine la caja podamos volver a conseguir la siguiente y así sucesivamente, espero que se termine con esta burocracia interminable, porque de lo contrario me quedo con el problema de saber si vendrá o no vendrá la próxima, eso es todo un tema“.