Carnicerías Saludables: Bromatología continúa controles sobre el rubro carnes

El equipo de profesionales del área realiza periódicas visitas a los establecimientos que elaboran y fraccionan productos cárnicos, tomando muestras en manos de operarios y en las diversas superficies de trabajo para someterlas a análisis bacteriológicos

 

Desde la dirección de Bromatología se continúa avanzando con los pasos previstos a partir de la implementación en el distrito del programa Carnicerías Saludables.

En este marco, el equipo de profesionales de la mencionada área realiza periódicas visitas a los establecimientos que elaboran y fraccionan productos cárnicos, tomando muestras en manos de operarios y en las diversas superficies de trabajo para someterlas a análisis bacteriológicos.

Según se informó a través del área de Prensa de la comuna, “en el marco de estas disposiciones se continúan entregando sus certificaciones a quienes cumplen con los requerimientos establecidos para la obtención del carnet de manipulador de alimentos y el curso habilitante de manipulador, se verifican las condiciones de venta (mercadería, espacio de trabajo, personal de trabajo, etc.), y el resultado correcto de los análisis”.

Así, se indicó, cumplidas estas observaciones se coloca una oblea de certificación en las carnicerías visitadas, la cual deberá revalidarse cada seis meses, realizando nuevamente todo el proceso para su determinación.

 

CARNICERÍAS SALUDABLES

Este programa tiene como objetivo principal la prevención de enfermedades transmitidas por los alimentos de alto impacto sanitario en la Argentina, tales como Síndrome Urémico Hemolítico, Triquinosis, Salmonelosis, entre otras.

La secretaría de Salud de la comuna, a través de su dirección de Bromatología, promueve justamente medidas de prevención frente al Síndrome Urémico Hemolítico, una enfermedad endémica en Argentina, que afecta principalmente a niños y niñas menores de cinco años.

En los últimos tres años hubo un aumento confirmado de casos de personas con el SUH en la Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación. Los casos habían estado en descenso desde 2014 hasta 2021 pero desde ese año, la cartera sanitaria verificó un “ligero aumento”, que pasa de una tasa de 0.30 por cada 100.000 habitantes a una de 0.34, según lo informó en su último Boletín Epidemiológico. Esto significa un 13,33% de incremento de casos.

El SUH es una enfermedad grave, caracterizada por daño agudo de los riñones, asociado a alteraciones en las células de la sangre: trombocitopenia (reducción de plaquetas, necesarias para formar los coágulos) y anemia (causada por ruptura anormal de glóbulos rojos). Afecta a niños y niñas menores de cinco años principalmente, pero también a embarazadas, adultos mayores y personas con su sistema inmunológico debilitado.

No hay tratamiento específico para esta enfermedad, pero sí puede prevenirse, por ello el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires recomienda:

-Evitar que los alimentos pierdan la cadena de frío, adquirir lácteos y carnes al final de la compra.

-Guardar las carnes en los estantes inferiores y evitar que sus jugos se derramen en otros alimentos.

-Separar los alimentos crudos y cocidos en recipientes diferentes para evitar la contaminación cruzada.

-Evitar descongelar las carnes bajo el chorro de agua caliente o en la mesada para prevenir la contaminación. Se sugiere descongelar en la heladera.

-Realizar un correcto lavado de manos, previo a la manipulación de alimentos.

-Lavar adecuadamente frutas y verduras; si no hay agua potable colocar dos gotas de lavandina por litro de agua y dejar reposar 20 minutos.

-Utilizar tablas y cuchillos diferentes para alimentos crudos y cocidos y cocinar a temperatura mayor a 71 °C.

-Fomentar el lavado frecuente de las manos luego del cambio de pañales, uso de sanitarios y antes de preparar o ingerir alimentos.

En este marco es importante referir que la dirección de Bromatología de la comuna sigue avanzando con los cursos de manipulación de alimentos. La bioquímica Pilar Villar se constituye personalmente para tales fines en distintos espacios del distrito. Además de la capacitación en manipulación de alimentos, también se ofrecen conceptos sobre la alimentación saludable. En este sentido, cabe recordar que concientizar y capacitar para producir y distribuir alimentos sin riesgo para la salud de la población es uno de los ejes fundamentales en la tarea de la dirección municipal de Bromatología.

Esta actividad es de cumplimiento obligatorio para obtener el carnet de manipulador que es válido en todo el país a través de su inscripción en los registros del Ministerio de Desarrollo Agrario. Esta credencial la deben tener todas aquellas personas que estén vinculadas en cada una de las etapas que va atravesando la elaboración de los productos alimenticios hasta que llegan a la mesa del consumidor. Su validez es de tres años debiendo renovarse con una correspondiente actualización.

Por otro lado, el personal de la dirección municipal de  Bromatología trabaja en estos días en la toma de muestras en superficies y manos de quienes elaboran y fraccionan productos cárnicos para someterlas a un análisis bacteriológico, en el marco del programa Carnicerías Saludables.

El programa Carnicerías Saludables insta al vendedor a cumplir con requisitos como carnet de manipulador de alimentos, curso habilitante de manipulador, condiciones de venta (mercadería, espacio de trabajo, personal de trabajo, etc.). Posteriormente y con el resultado de los análisis se colocará una calcomanía de certificación en la carnicería que reúna dichas condiciones. La certificación se revalidará cada 6 meses, realizando nuevamente todo el proceso para su determinación.

Este programa tiene como objetivo principal la prevención de enfermedades transmitidas por los alimentos de alto impacto sanitario en la Argentina, tales como Síndrome Urémico Hemolítico, Triquinosis, Salmonelosis, entre otras.

El programa ya está en marcha en distintos puntos del país con excelentes resultados ya que fue transferido a varias provincias mediante un convenio firmado entre CONICET y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), sin costo para las provincias y los municipios que lo impulsan.

En detalle, el programa fue transferido en conjunto con el IPCVA a las provincias de Córdoba (46 municipios), Buenos Aires (20 municipios, a los que ahora se suma Rojas), Neuquén (3 municipios), Tucumán (2 municipios), Santiago del Estero (2 municipios), Río Negro, Entre Ríos, La Pampa y Mendoza.

Este programa tiene como objetivo mejorar las buenas prácticas de higiene y manipulación de carne en el comercio minorista bajo el lema “capacitación sin sanción”, ya que la operatoria, se enfatizó, tiene el objetivo de capacitar de manera de lograr un impacto positivo en la salud pública a partir de buenas prácticas para el rubro.

El Programa Carnicerías Saludables actualmente está integrado a la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET. Entre las actividades de la Red se incluye la evaluación de riesgo en materia de Seguridad Alimentaria con base científica. Sin embargo, no se realiza la gestión de estos riesgos, ya que para ello es imprescindible trabajar en conjunto con autoridades que gestionen políticas sanitarias tendientes a la prevención.

En 2010, un grupo de investigadores y docentes del Instituto de Genética Veterinaria “Ing. Fernando Noel Dulout” CCT La Plata-CONICET, Facultad de Ciencias Veterinarias-UNLP, lanzó el Programa Carnicerías Saludables en conjunto con la Municipalidad de Berisso, con el objetivo de mejorar la calidad higiénico-sanitaria de las carnicerías y mejorar la calidad microbiológica del producto comercializado, con el fin de reducir el impacto de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).

Según un análisis reciente, publicado en InfoCampo, el programa logró reducir el riesgo de contaminación por Escherichia Coli, Salmonella y Listeria en más de 3.500 carnicerías de 180 municipios de la Argentina.

Entre las enfermedades más conocidas transmitidas por la carne se encuentra el síndrome urémico hemolítico (SUH), que cobra notoriedad cada vez que se encuentran muestras de Escherichia coli. En Argentina hay 400 nuevos casos por año, y entre un 3 y un 5% de ellos, deriva en la muerte del paciente.

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