La XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos trabajará sobre el «Instrumentum laboris», en el cual se incluyen preguntas sobre el celibato opcional, el acceso de la mujer al diaconado, la acogida de divorciados o el colectivo LGTBQ+ en la Iglesia, cambios profundos en la estructura institucional de la Iglesia.
Por esta razón, un grupo de cinco cardenales conservadores publicó una carta en la que enfrentan al Papa Francisco por los temas y orientaciones que tendrá el Sínodo de obispos, el cual comienza este miércoles 4 de octubre y se extenderá hasta el domingo 29. Dicho Sínodo reunirá en el Vaticano a más de 400 religiosos y laicos de todo el mundo para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia.
El alemán Walter Brandmüller, el estadounidense Raymond Leo Burke, el mexicano Juan Sandoval Íñiguez, el guineano Robert Sarah y el chino Joseph Zen Ze-Kiun plantearon a través de una carta pública cinco «dubbia», o preguntas, con la que exigen al pontífice que aclare algunos temas de moral y doctrina antes de la reunión en la que, por primera vez en la historia, las mujeres tendrán derecho a voto y con la que el Papa busca involucrar también a los laicos en el proceso de reforma de la Iglesia.
El Papa encabezará las deliberaciones del denominado «Sínodo sobre la Sinodalidad», en el que participarán 464 personas, de los que 364 son miembros que formarán parte de los debates y discusiones y en el que habrá 81 mujeres de las que este año, por primera vez, hay 54 que tendrán derecho a voto.
El denominado «Instrumentum laboris» sobre el que trabajarán los miembros del Sínodo incluye preguntas a los participantes sobre el celibato opcional, el acceso de la mujer al diaconado, la acogida de divorciados o el colectivo LGTBQ+ en la Iglesia, cambios profundos en la estructura institucional de la Iglesia, el papel del primado de Pedro, cómo aprender de otras comunidades cristianas e, incluso, la creación de un ministerio específico para el cuidado de los descartados.
Las preguntas de los cardenales
Los cinco purpurados que publicaron la carta exhortaron a Francisco a aclarar si al Sínodo, dada la presencia de laicos, se le puede conceder la misma autoridad que a otros, dado que siempre había pertenecido exclusivamente al Papa y a los obispos. También reclamaron respuestas de Jorge Bergoglio sobre tres puntos específicos de lo que será la discusión sinodal: la bendición de las parejas homosexuales, la ordenación de mujeres al sacerdocio y la absolución sacramental dada a todos y siempre, sin condiciones.
«¿Podría la Iglesia en el futuro tener la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, contradiciendo así que la reserva exclusiva de este sacramento a los varones bautizados pertenece a la sustancia misma del sacramento del Orden, que la Iglesia no puede cambiar?», es uno de los puntos que los cardenales preguntan al Papa de forma directa.
«¿Es posible que en algunas circunstancias un pastor pueda bendecir uniones entre personas homosexuales, sugiriendo así que el comportamiento homosexual como tal no sería contrario a la ley de Dios y al camino de la persona hacia Dios? Vinculada a esta «dubia» es necesario plantear otra: ¿sigue siendo válida la enseñanza sostenida por el magisterio ordinario universal, según la cual todo acto sexual fuera del matrimonio, y en particular los actos homosexuales, constituyen un pecado objetivamente grave contra la ley de Dios, independientemente de las circunstancias en las que tenga lugar y de la intención con la que se realice?», otro de los puntos sobre los que los cardenales interrogan de forma pública a Francisco.
Según publica el sitio L’Espresso, que da a conocer la carta de los cardenales, se trata en realidad de una segunda misiva tras una primera serie de preguntas que los mismos cinco purpurados enviaron al Papa en julio y de la que no quedaron conformes con las respuestas de Francisco.
En 2016, tras el Sínodo dedicado entonces a la familia, Bandmüller y Burke ya habían enviado una carta con «dubbia» al Papa, junto a los ya fallecidos Carlo Caffarra y Joachim Meisner, para que clarificara algunos puntos relativos a la posibilidad de que los divorciados vueltos a casar puedan recibir la comunión. Los cuatro purpurados no tuvieron respuesta en ese entonces.
Miembros argentinos en el Sínodo
Habrá ocho representantes de la Argentina, entre ellos el prefecto del Dicasterio para la Congregación de la Doctrina de la Fe, el futuro cardenal Víctor Manuel Fernández y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, quienes encabezan la lista que incluye además a los arzobispos de Mendoza, Marcelo Colombo, y de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz Costa.
Los otros obispos que formarán parte del encuentro son el obispo de La Rioja Dante Braida y el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, quien el 30 de septiembre será designado formalmente cardenal. También estarán, como expertos, los reverendos Pedro Brassesco y Carlos Galli.
Además de la presencia argentina y de expertos de los cinco continentes, otro punto relevante es la participación, decidida por Francisco, de dos obispos chinos, pese a que el Vaticano y el gigante asiático no tienen relaciones diplomáticas: se trata del prelado de Jining/Wumeng, Antonio Yao Shun, y del de Zhoucun, Giuseppe Yang Yongqiang.