Las flamantes instalaciones funcionan en la planta alta de la secretaría de Obras y Servicios Públicos, en Dardo Rocha y Moreno -El área esta a cargo de la Bioquímica Pilar Villar, quien junto a la Directora de Bromatología, Carolina Codino, tuvieron la iniciativa de elaborar el proyecto – Ahora se plantea un área de Zoonosis, especialmente para atender el problema de los perros
La dirección municipal de Bromatología incorporó un flamante Laboratorio de Análisis de Alimentos. Las flamantes instalaciones funcionan en la planta alta de la secretaría de Obras y Servicios Públicos, en Dardo Rocha y Moreno. El área esta a cargo de la Bioquímica Pilar Villar, quien junto a la Directora de Bromatología, Carolina Codino, tuvieron la iniciativa de elaborar el proyecto.
La nueva unidad ya está inscripta en el Ministerio de Salud de la Provincia, habiendo obtenido su correspondiente habilitación tras cumplir con una auditoría.
El objetivo del dispositivo es intervenir en el control bromatológico de los establecimientos elaboradores de alimentos, como así también ayudar y acompañar a los productores artesanales.
Con ese cometido se adquirió el equipamiento necesario para la puesta en marcha de distintas técnicas desde el punto microbiológico y físico-químico del control de los alimentos.
Se invirtió en un microscopio, estufas de cultivo, balanzas, heladera y elementos de vidrio. Se sumaron un equipo para medir el pH de los alimentos y otro para el nivel de los oxidantes en los aceites. Esto último tiene relación con las repetidas frituras que pueden producir sustancias que deben controlarse.
Pilar Villar señaló a ese respecto, según indicaron desde el área de Prensa del municipio, que “todo apunta a tratar que se cumplan buenas normas y prácticas de manipulación, de manera de tratar de evitar o al menos disminuir al mínimo las enfermedades transmitidas por alimentos. Hoy en día hablamos de una única salud, donde participan los seres humanos y los animales. La mayoría de las enfermedades son zoonoticas, es decir que provienen de los animales, y las personas podemos ser vehículos de las mismas sino cumplimos con las buenas prácticas de manipulación”.
En ese cometido, en estos días comenzaron a realizarse controles en carnicerías, recogiendo muestras en superficies y manos de los responsables del servicio, para ir teniendo registros de valores y poder ir ajustando las técnicas fisicoquímicas aplicadas.
Cabe resaltar que en las oficinas del área, ubicadas en el Corralón Municipal, se continúa realizando a través de la Cabina Bromatológica el control de la mercadería alimenticia que ingresa al distrito. También se realizan en este lugar análisis de triquinosis.
Tanto Codino como Villar, según el canal comunicacional oficial, “destacaron el apoyo del intendente Román Bouvier y de los secretarios de Coordinación y Gobierno, Nicolás Scardino, y de Salud, Germán Palmieri, para llevar adelante lo planificado. También hacen extensivo el agradecimiento al personal que forma el equipo de trabajo del área bromatológica: Silvia Muñoz, Martín Moyano, Rodolfo Uspong y demás colaboradores”.
CONCEPTOS DE LA DRA. CODINO
En diálogo con este diario, la Dra. Codino destacó que «queremos lograr una dirección o un área de Zoonosis, que se pueda ocupar del tema caninos, porque la población canina que tenemos en Rojas es muy importante. Hemos viajado, para interiorizarnos, a Pergamino, donde ya funciona hace seis años esta dirección, con el objetivo de conocer cómo trabajan ellos. La problemática es muy significativa y lo que vemos es que no hay tenencia responsable en muchas de las personas, algo que pasa aquí y en muchas ciudades. Por eso hay que hacer un ordenamiento ya que tenemos cantidades de situaciones con perros sueltos en la vía pública que muerden, que ocasionan incidentes, y la mayoría de esos perros tienen dueños o bien personas que les dan de comer pero están afuera de sus domicilios. Hay perros que sí pueden adaptarse a vivir en comunidad, como puede suceder en un barrio, y hay otros que no, que son los que ocasionan inconvenientes».
En la misma línea, dijo que “también hemos visto en el último tiempo muchas perras en celo que están todo el día en la vía pública y cuyos dueños no se hacen cargo de tenerlas adentro, o no toman los recaudos necesarios, como buscar un veterinario para interrumpir el celo o hacer la castración, o en su defecto traerla al área de Bromatología, donde el servicio de esterilizaciones funciona de lunes a sábados por la mañana y los martes y jueves también por la tarde. Estamos teniendo una lista inmensa, y como estamos hablando de una cirugía la gente tiene que entender que puede llevar desde 20 minutos hasta 3 horas dependiendo la situación de cada animal. Por ejemplo, con una perra con preñez la cirugía es diferente. Por eso se puede demorar en algunos casos y existen algunos reclamos, pero deben saber que los dos veterinarios trabajan a pleno tanto acá como en las localidades de Carabelas y Rafael Obligado».
-¿Cómo funcionaría ese centro o dirección de Zoonosis?
-Ya hemos hablado con el intendente y ahora tenemos que bajar todas las resoluciones porque es un área que necesita un marco legal. En Pergamino, por ejemplo, funciona también con la recolección de perros peligrosos, con esterilización, y además chipean a los perros en situación de calle y peligrosos. Además tienen un lugar de castración y funciona con multas. Todo eso lo tenemos que plasmar en un proyecto que nos llevará tiempo, pero no es imposible, porque en el tema de las mascotas necesitamos las responsabilidades de los dueños por sobre todas las cosas, ya que la mayor parte de las mascotas en la vía pública tienen dueño.
-¿Qué se necesitaría?
-No nos faltaría mucho porque tenemos el predio. Además contamos con el servicio de castración con horarios muy extensos, incluso superior al de Pergamino, mientras tanto la idea es que funcionase en otro lugar. De hecho en Pergamino está en un espacio donde tienen solamente 80 perros, cuando acá tenemos 200. Por eso considero que la situación nuestra es grave, y lo es porque hay una falta de compromiso total de la gente.
“Incluso nos encontramos con una nueva modalidad, que es llevar los perros al basural. Tuvimos que comprar una jaula para ir a buscarlos y esterilizarlos. Muchas veces pasa que los dejan todo el día y los van a buscar después. Estamos viendo esas conductas de los seres humanos, incomprensibles, que generan también que no podamos encontrar al perro porque se lo lleva su dueño, además de perras preñadas que las llevan para que tengan cría allí, para después llevarse la perra y dejar las crías solas. Es cruento lo que cuento, pero es la realidad que vivimos. Hay mucha gente que no sabe lo que pasa, y es hora de que lo sepa”.
-¿Qué se necesita para evitar estas problemáticas?
-Falta una forma de trabajar con sanciones. Creo que si no hay una sanción para la persona que deja en la vía pública un perro, y no se hace responsable, y ese perro muerde, se origina otro problema más grave aún. Y lo que observamos es que son la mayoría perros reincidentes, perros que ya mordieron tres o cuatro veces. Cuando se hace la observación antirrábica vemos a veces que es el mismo de anteriores ocasiones, o sea que el dueño sigue sin tomar la medida de tenerlo adentro. Lo que pasa es que lo vacunamos, hacemos la observación y en ese período de los diez días está adentro, y después lo vuelve a dejar en la vía pública. Lo que falta es compromiso y tenencia responsable. En Pergamino se articula mucho con una sociedad protectora que tiene personería jurídica y que trabaja con ellos dentro de su predio, y se encargan además de la parte del contacto con la gente y la búsqueda, algo que también hay en Rojas, donde tenemos personas que colaboran. Pero lo que deberíamos es estar todos organizados en una sola área, con una directiva de lo que hay que hacer, porque de ese modo considero que podríamos lograr mejores resultados.
«Al centro de Zoonosis de Pergamino le llevó seis años epara llegar a lo que es hoy, y para armarlo en Rojas es evidente que se van a necesitar algunos colegas más que quieran trabajar. Mientras tanto la realidad que veo es que la gente se despreocupa totalmente de las mascotas, y piensan que el municipio se tiene que ocupar de su alimento y el cuidado, o los vecinos. Bromatología brinda un montón de servicios, pero cuando el perro vuelve a su casa la responsabilidad pasa a ser de cada uno. Aquel que no se sienta capaz de tener un perro, que directamente no lo tenga».
-¿Alguna novedad más del área?
-En cuanto a otros proyectos, hemos sumado la Cabina Sanitaria en Rafael Obligado, mientras que en Carabelas no contamos con la cabina conformada, pero sí tenemos un inspector de Bromatología que está haciendo el control y el abasto en los horarios en los que entran los vehículos a la localidad, visando la mercadería, los comercios y sellando las facturas. También nos sirvió como nexo para el curso de manipulación de alimentos que contó con casi 70 personas, o sea que esa concientización la vamos logrando.