Para tales fines, el municipio aunó esfuerzos con el Rotary Club y con la FUNDAICO, que llevarán adelante una campaña de apoyo, Rotary a través de la Fundación Rotaria, y la FUNDAICO manejando una cuenta especial para recibir aportes solidarios para adquirir el equipamiento – Con recursos propios, el gobierno local asumirá las complejas obras civiles necesarias y completará el monto que se necesite para la compra del tomógrafo, amén de lo que se recaude solidariamente
Ayer por la mañana, desde el Centro Cultural Ernesto Sábato, el intendente municipal de Rojas, Román Bouvier, acompañado de sus secretarios de Obras y Servicios Públicos, Daniel Boyeras, y de Salud, Germán Palmieri, además del jefe de Planeamiento de la comuna, Lalo Pubill, y Antonio Borzi y Lila Gutiérrez por el Rotary Club de Rojas y Rosa Albamonte por la Fundación de Ayuda Integral a la Comunidad (FUNDAICO), anunció que el año próximo el hospital municipal Saturnino E. Unzué contará con servicio de tomografía computarizada axial. Indudablemente, una gran noticia para cerrar un año muy positivo para nuestra comunidad.
Para tales fines, se explicó en la oportunidad, se empleará una importante inversión, que ronda los cincuenta millones de pesos, que provienen de recursos estrictamente municipales, para la ejecución de la importante obra civil que se debe realizar previo a la incorporación del equipamiento. Esta obra contempla la instalación de un nuevo y flamante espacio, que se ubicará sobre calle María Unzué de Alvear, con acceso propio y sala de espera propia (ya que el nuevo ámbito se incorporará al nosocomio comunal como servicio externo para toda la comunidad. En buen romance, podrá acceder todo aquel que requiera de una tomografía, evitándose el tener que trasladarse para tales fines, además de lo que significa para el servicio de salud no tener la obligación de realizar complejos traslados con pacientes traumatizados hacia otros centros de salud), tratándose de un proyecto desarrollado desde el plano local, que contó con la participación de arquitectos sanitaristas y revisiones de los especialistas del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. En este sentido, el jefe de Obras Públicas, ingeniero Boyeras, destacó “el gran trabajo” realizado en este cometido por el arquitecto Lalo Pubill.
El intendente Bouvier remarcó su alegría por la posibilidad de concretar este emprendimiento, y se preocupó de remarcar que el proyecto, tan anhelado por los rojenses y por la comunidad médica en general, “es un hecho”, en tanto que celebró la unidad y mancomunión de esfuerzos efectuado en pos de su materialización. “La unidad es el camino”, remarcó el jefe comunal. Asimismo, relativizó la cuantiosa inversión que deberá realizar el municipio, enfatizando que “invertir en salud es salvar vidas”, independientemente de cualquier costo económico que haya que afrontar.
En la misma línea se expresó el secretario de Salud, Dr. Palmieri, quien manifestó el agradecimiento de la comunidad médica local por poder contar con esta herramienta tecnológica, que ya es casi imprescindible y de primera necesidad para cualquier centro de salud de mediana magnitud.
Además, debe tenerse en cuenta que este nuevo servicio elevará la complejidad del nosocomio, incidiendo en su categoría (que ya había dado un salto importante con la incorporación del servicio de Neonatología), lo cual a su vez tendrá influencia en la configuración del Coeficiente Único de Distribución, que determina lo que se recibe a través del régimen de coparticipación.
Según explicó el ingeniero Boyeras, la obra es de una complejidad importante, ya que además deberán ponerse en marcha sin afectar las operaciones normales del Unzué, pero estimó que podría completarse en un plazo de entre 160 y 190 días, de no mediar imponderables. Además, indicó que la idea es emplear en todo lo que se pueda proveedores y mano de obra local, aunque aclaró que hay ciertas etapas de la construcción que sólo podrán realizarlo firmas especializadas, como la instalación de las paredes emplomadas del recinto del tomógrafo, para lo cual no hay empresas dedicadas a ese rubro en nuestra ciudad. En algunos casos, para la ejecución de los trabajos, se procederá por contratación directa y, en otros, según los montos, por licitaciones públicas y/o privadas.
Mientras tanto, Antonio Borzi, del Rotary, explicó que junto a un equipo de trabajo se encargó de las gestiones por ante la Fundación Rotaria, generando un movimiento de instituciones rotarias a través del mundo, ya que con los aportes de los distintos clubes se posibilita la realización de proyectos de gran magnitud. En la misma línea, la presidenta del Rotary local, Lila Gutiérrez, expresó su enorme satisfacción por la contribución rotaria enfilada en pos de la plasmación de este proyecto.
Por su parte, la contadora Rosa Albamonte, titular de la FUNDAICO, explicó que se ha dispuesto una cuenta bancaria especial para recibir los aportes solidarios de la comunidad. Esta cuenta, expresó, será minuciosamente administrada por ella misma, y es independiente de la del Centro de Día “Sueños de Vida”.
En este sentido, la contadora Albamonte convocó a la comunidad a contribuir con esta noble causa, ya que el aporte de todos será fundamental para contar con un servicio público de tomografías axiales computadas, un anhelo rojense que, por fin, aparece en el horizonte como un hecho concreto y real, después de tantas frustraciones.
La tomografía computarizada (TAC) es una prueba de diagnóstico por imágenes utilizada para crear imágenes detalladas de los órganos internos, los huesos, los tejidos blandos y los vasos sanguíneos. Las imágenes de secciones transversales generadas durante la exploración por TAC pueden ser reordenadas en múltiples planos, e incluso pueden generar imágenes en tres dimensiones que se pueden ver en un monitor de computadora, imprimir en una placa o transferir a medios electrónicos. La exploración por TAC es, por lo general, el mejor método para detectar varios tipos de cánceres, ya que las imágenes le permiten a su médico confirmar la presencia y determinar el tamaño y ubicación de un tumor. La TC es rápida, indolora, precisa, y no es invasiva. En casos de emergencia, puede identificar lesiones y hemorragias internas lo suficientemente rápido como para ayudar a salvar vidas.
La tomografía (del griego τομή, tomé, «corte, sección», y de γραφή, «grafé», «imagen, gráfico») computarizada (antes, tomografía axial computarizada) es la obtención de imágenes con rayos X de cortes o secciones de algún objeto. La posibilidad de obtener imágenes de cortes tomográficos reconstruidas en planos no transversales ha hecho que en la actualidad se prefiera denominar a esta técnica tomografía computarizada (TC), en lugar de tomografía axial computarizada (TAC). En lugar de obtener una imagen de proyección, como en la radiografía convencional, la TC obtiene múltiples imágenes, pues la fuente de rayos X y los detectores de radiación realizan movimientos de rotación alrededor del cuerpo. La representación final de la imagen tomográfica se obtiene mediante la captura de las señales mediante detectores y su posterior proceso a través de algoritmos de reconstrucción.
En los fundamentos de esta técnica trabajaron de forma independiente el físico y cristalógrafo sudafricano nacionalizado norteamericano Allan MacLeod Cormack y el ingeniero electrónico inglés Sir Godfrey Newbold Hounsfield, que dirigía la sección médica del Laboratorio Central de Investigación de la compañía EMI. Ambos obtuvieron de forma compartida el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, en 1979.
En 1967, Cormack publica sus trabajos sobre la TC siendo el punto de partida de los trabajos de Hounsfield, que diseña su primera unidad. En 1972 comenzaron los ensayos clínicos cuyos resultados sorprendieron a la comunidad médica, si bien la primera imagen craneal se obtuvo un año antes.
Los primeros cinco aparatos se instalaron en Reino Unido y los Estados Unidos; la primera TC de un cuerpo entero se consiguió en 1974.
En el discurso de presentación del comité del Premio Nobel se destacó que previo al escáner, “las radiografías de la cabeza mostraban solo los huesos del cráneo, pero el cerebro permanecía como un área gris, cubierto por la neblina. Súbitamente la neblina se ha disipado”.
En recuerdo y como homenaje a Hounsfield, las unidades que definen las distintas atenuaciones de los tejidos estudiadas en TC se denominan unidades Hounsfield o número TC (CT number), donde el agua corresponde a 0HU, tejidos blandos +30 a +60HU, grasa -40 a -120HU, entre otros que permiten hacer caracterización de tejidos.