Por primera vez, CON REUNIÓN DE CAMARADERÍA

Aseguradores locales celebraron el Día Nacional del Seguro

En la época de la creciente expansión europea, cuando comenzaban a consolidarse los valores de la Modernidad y el comercio marítimo vivía su esplendor, surgió la iniciativa, ya con las primeras autoridades criollas, de crear en el territorio nacional un banco de descuentos y una compañía de seguros.

Así nació en el país, a instancias del Primer Triunvirato (1811-1812), una actividad económica pensada para la protección del patrimonio y para otorgar, de ese modo, cierta tranquilidad frente a las eventualidades. Un decreto de la Superintendencia de Seguros de la Nación -el 24.203-, firmado el 8 de septiembre de 1944, estableció como “Día del Seguro” el 21 de octubre, en conmemoración, justamente, de aquella medida gubernamental de los primeros tiempos patrios. Y hoy, el sector integrado por numerosas empresas, lo celebra ya con un enorme desarrollo, porque la contratación de un seguro es parte de la vida cotidiana de la mayoría de la población.

Con el transcurso de las décadas, después de aquella primera experiencia de principios del siglo XIX, lo que comenzó como una herramienta para el cuidado del ir y venir de la marina mercante fue creciendo, pues se amplió la actividad con la fundación de numerosas compañías aseguradoras y el abanico de servicios se desplegó para la cobertura de las más diversas situaciones.

En la actualidad, la póliza más masiva sea, quizás, la de los automóviles, puesto que no sólo se trata de un bien de elevado valor que es necesario proteger ante cualquier accidente o robo sino que además, por razones legales, es obligación contratar un seguro de responsabilidad civil: no se puede circular en coche u otro vehículo que utilice la vía pública si no se acordó con alguna firma uno de los llamados “contra terceros”.

Pero existe, como se dijo, una variada gama de prestaciones: seguros del hogar, de riesgo de trabajo, de retiro, contra incendios y granizo, de cobertura de extracciones ilícitas en los cajeros automáticos, de celulares, mascotas, bicicletas y monopatines, entre otros. Hay, en rigor, contratos para todas las necesidades.

Como se ve, los seguros son un instrumento de larga historia que se ha ido moldeando a los usos y costumbres de los tiempos y las demandas de los clientes y existen los de capitalización, pero también a corto plazo y a un tiempo más largo.

En líneas generales, se explicó desde el sector, está instalada la idea de que los seguros son recursos de los que disponen las personas individuales, las familias y las empresas grandes y pequeñas para proteger sus bienes. Sin embargo, no es sólo esa función la que cumplen, porque son, además, clave para potenciar la economía de una sociedad país, ya que minimizan los riesgos y colaboran con el desarrollo de la comunidad.

En agosto de 1959 se creó la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS) -anteriormente conocida como Institución de Productores Asesores de Seguros-, organismo que nuclea desde entonces a los profesionales matriculados que asesoran y comercializan este tipo de contratos.

Entre los principales objetivos de la asociación se encuentra la promoción de los productores y la importancia del rol que cumplen. La entidad resalta, en ese sentido que, como otras actividades de cierta complejidad, el seguro necesita de un profesional en el asesoramiento y la comercialización.

Cabe mencionar que, en un hecho sin precedentes, dado que no existía la costumbre de hacerlo, los y las profesionales locales del rubro asegurador se reunieron este jueves en el marco de un encuentro de camaradería en Punto 188. En ese contexto, entrevistamos ayer en El Nuevo en Radio a un veterano del rubro a nivel local, como lo es Oscar José Caselgrandi, cuyos conceptos estaremos publicando en forma completa en próximas ediciones.

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