Este lunes Alberto Fernández retomó su agenda luego de pasar el fin de semana largo en Chapadmalal con un encuentro en la Quinta de Olivos con Santiago Peña, el presidente electo de Paraguay.
Durante los últimos cuatro días, Fernández no asistió al acto de Cristina Fernández de Kirchner en Plaza de Mayo y en cambio se refugió en la residencia presidencial en la localidad costera junto a su familia.
Ya de regreso, el jefe de Estado retomó su actividad con actividades protocolares e institucionales como lo fue el encuentro con Peña, y su vicepresidente, Pedro Alliana. Durante la reunión, ambos mandatarios coincidieron en la importancia de fortalecer la relación bilateral y el proceso de integración regional.
Acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, el presidente argentino confirmó su participación en la ceremonia de transmisión de mando de Paraguay, que se realizará el próximo 15 de agosto en Asunción.
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“Los históricos lazos de hermandad entre nuestros países son parte fundamental del proceso de integración regional que necesita nuestra Latinoamérica para fortalecerse”, afirmó Alberto Fernández luego del cónclave.
Además, el mandatario resaltó el rol del Mercosur y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y consideró que los organismos “son esenciales para consolidar las democracias” como también así para alcanzar la unidad de la región.
Por la tarde, el Presidente continuará su agenda internacional con un viaje rumbo a Brasil junto a su canciller. Allí, participarán mañana de la Cumbre de Presidentes de América del Sur que organiza Lula da Silva y donde se anunciará el relanzamiento de la Unasur, bloque regional que había sido desarticulado por Jair Bolsonaro y Mauricio Macri.
Luego, Fernández se trasladará a Bolivia para firmar la puesta en marcha de una obra de integración eléctrica entre las dos naciones con el presidente Luis Arce.
