La industria textil a nivel nacional enfrenta una situación alarmante debido a la marcada disminución de la actividad, provocada por medidas de ajuste del gobierno nacional. En Mar del Plata, uno de los polos màs desarrollados en territorio bonaerense, esto ha llevado a suspensiones de turnos y despidos en varias fábricas, exacerbando la preocupación por la apertura de las importaciones, que podría agravar aún más la situación. En Luján, otro de los polos de la industria textil en la provincia de Buenos Aires, la situación no es mejor: «La industria textil está tambaleando», aseguran.
Según el presidente de la Cámara Textil de General Pueyrredón, Guillermo Fasano, la actividad del sector ha disminuido en un 30%, lo que ha afectado tanto a la producción para la venta local como a la exportación, caída en la actividad que podría agravarse, si las grandes marcas comienzan a traer productos del exterior.
Fasano señaló que, si bien la apertura de las importaciones puede proporcionar acceso a insumos más económicos, también representa un desafío para las empresas locales que enfrentan problemas estructurales y una carga impositiva elevada. Sin reformas significativas, la industria textil enfrenta la posibilidad de despidos masivos y una reducción aún mayor en la actividad.
Ante esta situación, la Cámara Textil ha solicitado urgentemente una reunión con el intendente para discutir medidas que ayuden a enfrentar los desafíos actuales y mantener la competitividad de la industria en el mercado internacional. Sin embargo, hasta el momento no han recibido respuesta, lo que aumenta la preocupación en el sector
Polo textil en Luján
La situación en la industria textil es crítica y empeora cada vez más. La empresa Algoselán, una de las más importantes del sector, ha detenido por completo su producción luego de haber implementado suspensiones parciales anteriormente. Esta decisión se debe a una fuerte caída en las ventas, lo que ha llevado a una paralización total de la planta a partir del 1 de abril.
El propietario de Algoselán, Carlos Diforti, en diálogo con El Civismo, señaló que las ventas han disminuido en un 70% y los costos han aumentado considerablemente. Esto ha generado preocupación en el sindicato SETIA, ya que si la situación no mejora pronto, podrían producirse despidos. Además, se teme que haya despidos encubiertos que no sean evidentes hasta más adelante.
Crisis generalizada
La crisis en el sector textil no se limita a esta empresa, sino que se extiende a nivel nacional, con despidos que se han registrado en otras provincias. La capacidad productiva en el distrito se encuentra en un 50%, pero podría empeorar debido a nuevas medidas gubernamentales, como la liberación de la importación de textiles y calzados, lo que aumenta la competencia y pone en riesgo la supervivencia de las empresas locales.
Por su parte, el secretario general del gremio textil de la región, Jorge Comezaña, graficó que “la industria está tambaleando” y dijo que el “el ajuste textil repercute en todo. Y lo estamos viendo también a nivel nacional, nosotros tenemos una comunicación directa con nuestro secretario general.
La industria textil está en una situación precaria, y si las condiciones no mejoran pronto, podría enfrentar una crisis aún más profunda con consecuencias devastadoras para los trabajadores y las empresas, aseguraron desde el sector. (InfoGEI)Ac