Tras varios meses de incertidumbre, el Juzgado de Mercedes decretó la quiebra de La Suipachense, una empresa láctea histórica de la provincia de Buenos Aires.
La compañía había sido fundada hacía más de 70 años atrás en Suipacha, una localidad de 12.000 habitantes que se ve fuertemente afectada por el cierre de la firma. Es que muchas personas de la región vivían, directa e indiirectamente, de ella.
En la actualidad, La Suipachense contaba con una planta de 143 trabajadores. Todos ellos quedaron en la calle.
La empresa ya estaba paralizada desde principios de septiembre por el retraso en el pago de salarios y el despido de 9 empleados.
En ese contexto, el fallo judicial dictaminó que el empresario venezolano Jorge Luis Borges León, dueño de Conosur SA, perdiera el control de la empresa y quedara inhibido de realizar movimientos con el capital y los bienes de la firma.
De este modo, La Suipachense se sumó a otra empresa del sector que también quebró días atrás: Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA).
ARSA estaba ubicada en Lincoln. Se trataba de la proveedora de los yogures, flanes y postres de la marca SanCor, que fue declarada en quiebra el pasado 6 de noviembre.
En este caso, la Justicia dispuso la liquidación final de la compañía y el cierre definitivo de todas sus instalaciones, dejando a 400 empleados sin su fuente de trabajo.




