PorEduardo Médici
El peronismo estrena su nueva piel —Fuerza Patria— en un contexto de alta volatilidad y tensiones internas. El Movimiento Derecho al Futuro (MdF) de Axel Kicillof, el Frente Renovador de Sergio Massa y La Cámpora, asociada —o cooptando— al PJ Bonaerense, se reparten las listas en acuerdos precarios a lo largo de 135 municipios y ocho secciones electorales.
El proceso, caótico por naturaleza, se desarrolla en un marco de mutua desconfianza y “la peor de las ondas”. Por estas horas, los referentes en los territorios terminan de definir los armados locales para luego enfocarse en el mapa bonaerense en su totalidad. El marco está definido por la preeminencia de los intendentes a la hora de elegir candidatos, siempre que abran las listas a sus socios electorales.
Otra de las reglas acordadas es no mezclar el toma y daca local con los acuerdos de segundo nivel, una máxima que en la práctica parece de imposible cumplimiento. En un frenesí intenso, entre mañana y pasado se terminarán de escribir los nombres que cada tribu pondrá a consideración de sus pares, para que a última hora se rubriquen los acuerdos finales y se inscriban las candidaturas.
El axelismo asumió, además, el compromiso de pelear lugares “entrables” para el movimiento obrero. La CGT, en sus distintas ramas, aspira a tener al menos un representante en cada sección electoral.
Mientras tanto, hay nombres, lugares y acuerdos para todos los gustos.
Primera sección
La Primera sección electoral —la nueva vedette provincial, que superó a la Tercera en cantidad de electores— se prepara para una elección compleja. Varios pesos pesados deberán dejar sus bancas en el Senado por haber alcanzado el límite de mandatos consecutivos: Teresa García, Gustavo Soos y Luis Vivona.