Tras el acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires, el presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, aseveró que “perdió el kirchnerismo, que apostaba a nuestra división”, y ganaron “todos los que queremos un cambio” en el mayor distrito del país.
Ritondo, quien además encabeza el bloque del PRO en la Cámara de Diputados, explicó que ninguna de las dos fuerzas resigna su individualidad, sino que “se suman identidades en función de un mismo objetivo”, que es el de “evitar que (Axel) Kicillof avance con su agenda que busca perpetuar los privilegios en la provincia de Buenos Aires”.
“El PRO aporta gestión, experiencia, equipos e intendentes muy preparados y LLA aporta la fuerza de la nueva mayoría, acá ganamos todos los que queremos un cambio en la provincia, y el que perdió fue el kirchnerismo que apostaba a nuestra división para seguir gobernando”, expresó Ritondo en Radio Rivadavia.
El legislador aseguró que la conformación de la “Alianza La Libertad Avanza” para los comicios provinciales del 7 de septiembre próximo “no es un acuerdo de dirigentes, es lo que la gente nos pedía en la calle”.
Y enfatizó que con la conformación de esa alianza “ganó la esperanza”, porque “tuvimos la responsabilidad de unir fuerzas para construir la única alternativa para ganarle al kirchnerismo”.
“Las otras listas son un acompañamientos disfrazado a los K”
Por otra parte, Ritondo afirmó que “no nos causan preocupación” las otras listas opositoras, como Potencia Buenos Aires, de María Eugenia Talerico, exfuncionaria durante la presidencia de Mauricio Macri, y Somos Buenos Aires, del radical Facundo Manes y el peronista cordobés Juan Schiaretti.
Señaló que se trata de propuestas electorales de “algunos que van tibiamente y lo que hacen es ser útiles al kirchnerismo”, al tiempo que pidió que “los bonaerenses no se equivoquen, no es la avenida del medio, son los mismos que terminan votando con el kirchnerismo en el Congreso, es un acompañamiento disfrazado. Esperemos que se pueda observar claramente quien es quien en esta elección”.
El dirigente sostuvo que desde el frente que conformaron el PRO y LLA “necesitamos más legisladores para evitar que Kicillof avance con su agenda, que busca perpetuar los privilegios en la provincia de Buenos Aires”.
“Queremos terminar con las reelecciones indefinidas, las jubilaciones de privilegio, y también impulsar la Ley de Reiterancia para terminar con la puerta giratoria de los delincuentes”, puntualizó.
Finalmente aseveró que “el gobernador desde hace un año y pico solo discute el poder interno” en el peronismo y “dejó de preocuparse por los temas de los bonaerenses, como la educación o la salud. El discute su relación con La Cámpora, con (Sergio) Massa, o con Cristina (Fernández de Kirchner) y los problemas de los bonaerenses van por otro lado”. (DIB) MM
El presidente Javier Milei reunió a la cúpula de su Gobierno en Casa Rosada a pocas horas de que el Senado debata proyectos clave para el futuro fiscal del país. La cita comenzó a las 10 de la mañana en el Salón Eva Perón, el espacio habitual para estos encuentros de alto nivel. Allí se hicieron presentes el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y gran parte de los ministros y secretarios presidenciales.
Desde Presidencia aclararon que la reunión estaba prevista con antelación. Sin embargo, la coincidencia con la sesión en la Cámara alta le otorgó un carácter estratégico. El Senado tiene en agenda proyectos sensibles como el aumento jubilatorio, la moratoria previsional y fondos para discapacidad. Además, se debatirán dos iniciativas impulsadas por gobernadores para aumentar recursos provinciales.
Según Infobae, fuentes cercanas a Milei remarcan que el Gobierno no respalda ninguna iniciativa opositora. El mandatario libertario advirtió que vetará cualquier ley que contradiga su programa de ajuste. Incluso dejó abierta la posibilidad de judicializar estos vetos. De esa manera, busca evitar impactos fiscales antes de las próximas elecciones.
Gobernadores se distancian de la oposición
En las horas previas a la reunión de Gabinete, un grupo de gobernadores de la ex coalición Juntos por el Cambio definió su postura. Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut) y Gustavo Valdés (Corrientes), entre otros, resolvieron no acompañar proyectos que afecten el equilibrio de las cuentas públicas. En ese sentido, consideran que las iniciativas opositoras tienen un costo elevado para el Estado.
Este grupo defiende que sus propuestas representan apenas un 0,2% del Producto Bruto Interno (PBI). Por el contrario, afirman que las impulsadas por la oposición suponen más de 2% del PBI. Bajo ese marco, buscarán que sus proyectos regresen a comisión para evitar que se mezclen con los de la oposición.
Desde la Casa Rosada, en tanto, ponen en duda las cifras provinciales. Funcionarios del Ejecutivo aseguran que el impacto real ronda el 2,5% del PBI. Aun así, valoran el gesto político de los gobernadores, que podría ayudar a descomprimir la tensión institucional.
Milei endurece su discurso
El presidente Javier Milei no se guardó críticas para con los mandatarios provinciales. En recientes declaraciones, los acusó de querer “destruir al Gobierno nacional”. Incluso los calificó como “la última trinchera de la casta”. Estas expresiones generan ruido entre sectores dialoguistas del oficialismo y complican la posibilidad de abrir una mesa de negociación formal.
Guillermo Francos, referente de la línea moderada, admitió diferencias en la relación con las provincias. Señaló que algunos gobernadores sí acompañan el programa de ajuste, mientras que otros solo buscan recursos para equilibrar sus cuentas.
Por ahora, no se prevé una gran cumbre entre el Ejecutivo y los gobernadores. Sin embargo, el gesto de separar proyectos podría allanar el camino para encuentros segmentados. Funcionarios de alto rango anticipan que habrá reuniones más pequeñas en los próximos días.
De esta manera, la Casa Rosada cierra una jornada clave con la expectativa puesta en cómo se desarrolle la sesión en el Senado. Si la maniobra de los gobernadores prospera, el Gobierno evitaría vetos y eventuales costos políticos.