Por Redacción El intransigente
Bullrich presentó la ley Antibarras en Córdoba, buscando erradicar la violencia en los estadios y sancionar a las barras bravas como organizaciones criminales.
El canal La Nación+ difundió imágenes en las que se ve a un custodio de Cristina Fernández de Kirchner portando una prenda identificatoria de la Guardia de Honor Presidencial de Venezuela. El dato, que rápidamente se viralizó en redes, desató un cruce político de alto voltaje. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó que se inició una investigación interna en la Policía Federal Argentina para determinar cómo un agente de custodia obtuvo una campera con ese origen.
“Es algo raro. Hay una connivencia”, advirtió Bullrich, visiblemente molesta por el hecho. En declaraciones televisivas, señaló que “un miembro de la custodia no puede portar una campera de la Guardia Pretoriana o de ninguna parte del mundo. No corresponde. Y menos aún si está cumpliendo funciones oficiales en territorio argentino”. La funcionaria adelantó que también interviene en la pesquisa la Secretaría de Seguridad Nacional.
El foco del cuestionamiento apunta a una posible relación simbólica o ideológica con fuerzas extranjeras, en este caso, ligadas al gobierno de Nicolás Maduro, al que la actual administración nacional considera abiertamente autoritario. Si bien por ahora no se confirmó cómo llegó la prenda a manos del custodio, el episodio encendió las alarmas dentro de la custodia presidencial y parlamentaria, que sigue protocolos estrictos en cuanto a vestimenta y simbología.
Bullrich contra Cristina: “Se robó todo”
El escándalo reflotó también el tenso vínculo entre Bullrich y la exvicepresidenta. Luego del operativo de desalojo de manifestantes kirchneristas frente al domicilio de Cristina Kirchner en Constitución, la líder de La Cámpora había lanzado fuertes críticas contra la ministra de Seguridad. La respuesta no tardó en llegar.
“Me importan muy poco las palabras de Cristina Kirchner”, disparó Bullrich. Y fue más allá: “Fue dos veces presidenta, una vez vicepresidenta. Tuvo la posibilidad de cambiar el país y lo empeoró. Generó más populismo, más pobreza y, además, se robó todo”.