La fábrica de cerveza Quilmes fue fundada en 1890 por Otto Bemberg, un inmigrante alemán radicado en Argentina, que vio una gran oportunidad en el país para establecer una cervecería siguiendo el modelo industrial europeo. El teutón, eligió como sede la ciudad de Quilmes debido a su acceso a fuentes de agua de calidad y su cercanía al puerto, lo que facilitaba el transporte de materias primas y productos terminados.
Desde sus inicios, Quilmes se destacó por su enfoque en la calidad y en la innovación tecnológica, ya que fue una de las primeras cervecerías argentinas en adoptar maquinaria moderna y procesos industriales avanzados. Durante el siglo XX, la marca fue creciendo en popularidad y se convirtió en un símbolo de la identidad nacional. Su cerveza rubia, de estilo lager, se volvió una de las favoritas entre los consumidores argentinos.
La fábrica de cerveza Quilmes fue fundada en 1890 por Otto Bemberg
A lo largo de las décadas, Quilmes expandió su presencia en el país y en la región, comprando otras cervecerías y diversificando su portafolio de productos. Además, implementó estrategias publicitarias muy exitosas que la posicionaron como parte de la cultura popular argentina. La marca ha estado históricamente asociada con eventos deportivos, especialmente el fútbol, lo que fortaleció su vínculo con el público.
En 2002, Quilmes pasó a formar parte del grupo Ambev, una de las mayores compañías cerveceras de América Latina, y más tarde integró la multinacional AB InBev. A pesar de los cambios de propiedad, la empresa mantiene su planta principal en el Conurbano bonaerense y sigue siendo una de las marcas de cerveza más emblemáticas del país.