El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, lanzó una fuerte crítica al presidente Javier Milei a través de sus redes sociales, acusándolo de detener la obra pública en la provincia y de implementar políticas de «desequilibrio social». Según Kicillof, el supuesto «equilibrio fiscal» que el Gobierno de Milei celebra es, en realidad, un resultado de ajustes severos en áreas sensibles como la educación, salud, seguridad y la obra pública.
«La obra pública es una herramienta de desarrollo indispensable, y nosotros veníamos desplegando un ambicioso plan en nuestra primera gestión», afirmó Kicillof en su cuenta personal de la red social X y también aseguró que el gobierno provincial hará todo lo posible para mantener los proyectos en marcha, a pesar del «ahogo financiero» que enfrentan.
Kicillof denunció que el Gobierno Nacional ordenó detener cerca de mil obras públicas en Buenos Aires, muchas de las cuales ya estaban en fases avanzadas. Según el gobernador, esta medida compromete no solo el desarrollo de infraestructura en la provincia, sino también el acceso de la población a derechos básicos.
El mandatario provincial argumentó que la suspensión de estos proyectos significa que el Estado Nacional está incumpliendo sus deberes en áreas fundamentales como vivienda, transporte y desarrollo, que son claves para la calidad de vida y la igualdad social. «detener las obras no es una buena e ingeniosa idea para generar superávit, es directamente un crimen social», disparó el exministro de Economía de la Nación.
Kicillof también expresó que las decisiones del líder de La Libertad Avanza parecen estar dirigidas contra la provincia de Buenos Aires, debido a sus posturas contrarias al modelo político del presidente. Según él, Buenos Aires y otras provincias que se han manifestado contra el Gobierno Nacional están siendo castigadas con mayor dureza. «Tal vez Milei piensa que si castiga al pueblo de la provincia, conseguirá el voto como pedido de clemencia. No conoce al pueblo bonaerense», enfatizó.
En medio de este contexto de ajuste, Kicillof manifestó su frustración por la falta de respuesta de la administración nacional a los reclamos de su gobierno y señaló que había solicitado formalmente la reactivación de las obras, sin obtener avances.
Para visibilizar aún más el impacto de esta medida, el gobernador adelantó que a lo largo de la semana invitará a intendentes de todas las fuerzas políticas a firmar un pedido conjunto dirigido al Gobierno Nacional. El objetivo de esta convocatoria es elevar el reclamo de manera unificada y resaltar cómo la falta de inversión afecta directamente la infraestructura provincial y la seguridad de sus ciudadanos.
Finalmente, Kicillof advirtió que el abandono de las obras públicas no solo limita el acceso a servicios esenciales, sino que también abre la puerta a problemas de vandalismo e inseguridad. Para él, la obra pública no es solo «un renglón de una planilla», sino una herramienta de desarrollo social y económico. «El país sin obras pierde derechos y oportunidades, pierde futuro», concluyó el gobernador.
