El presidente Javier Milei firmó hoy la promulgación de la Ley N° 27.781, que introduce el uso de la Boleta Única de Papel como el sistema de votación para todas las elecciones a nivel nacional. Esta norma, sancionada por el Congreso en octubre, modifica profundamente el Código Electoral Nacional y busca modernizar el proceso electoral argentino. La medida es vista como un avance clave hacia la mejora de la transparencia en los comicios y la reducción de prácticas vinculadas al fraude electoral.
Entre las modificaciones más relevantes, la ley reemplaza el tradicional sistema de boletas múltiples por una única boleta que contendrá todas las categorías de cargos electivos. Esta boleta estará organizada en franjas horizontales para diferenciar los cargos a elegir y en columnas verticales para cada agrupación política. De este modo, se pretende hacer más claro y sencillo el acto de votar, mejorando la experiencia de los votantes y evitando confusiones con múltiples boletas partidarias.
Una de las principales innovaciones de esta norma es la eliminación de la opción de votar «lista completa». A partir de ahora, los electores deberán seleccionar individualmente a los candidatos por cada categoría, lo que promoverá un voto más reflexivo y personalizado. Según sus defensores, esta característica evitará el arrastre de votos y fomentará una mayor conciencia en la elección de los representantes.
El Decreto 915/2024, que oficializa la promulgación de la ley, fue firmado hoy y será publicado en las próximas horas en el Boletín Oficial. Con la aplicación de este nuevo sistema, se espera que Argentina se alinee con estándares internacionales de votación, que priorizan la sencillez y la transparencia. Además, el Ejecutivo destacó que la Boleta Única de Papel contribuirá a un ahorro de recursos en la producción y distribución de material electoral.
Desde su anuncio, la implementación de la Boleta Única ha generado diversas opiniones en el espectro político. Mientras sectores cercanos al oficialismo la consideran una reforma crucial para garantizar elecciones limpias, sectores opositores plantearon inquietudes sobre la adaptación logística del nuevo sistema y la capacitación que requerirá para los electores y autoridades de mesa. No obstante, el gobierno confía en que la transición será exitosa y que los beneficios superarán los desafíos iniciales.
En conclusión, la promulgación de la Ley N° 27.781 marca un hito en la historia reciente del sistema electoral argentino. Con la Boleta Única de Papel, el Ejecutivo espera mejorar la calidad democrática del país y reducir la posibilidad de irregularidades en el sufragio, posicionando a Argentina en la senda de la modernización electoral.