Al citar la opinión del economista Gustavo Lazzari, que en un medio televisivo cuestionó duramente el incremento de los impuestos municipales asegurando que detrás esa decisión se esconde una intencionalidad política, Caputo coincidió con el análisis mediante su cuenta de X.
Lazzari había expresado que la suba de tasas de algunas intendencias bonaerenses “es una crueldad violenta que tiene dos objetivos: uno es el clásico recaudatorio y otro es estropear las reformas a nivel nacional”, denunciando que se trata de una “cartelización de municipios para que la reforma no tenga utilidad”.
En la misma línea, el titular de la cartera económica sostuvo que “los Municipios están aumentando de forma descontrolada sus tasas y lo hacen no solamente con fines recaudatorios sino también políticos: obstaculizan el programa económico que lleva adelante este gobierno para bajar la inflación y, como siempre, los grandes perdedores son los ciudadanos”.
En busca de aportar claridad respecto a la potestad de los intendentes de aplicar subas en sus gravámenes, el ministro manifestó “para que la gente lo entienda” que “las tasas tienen que tener, según la Corte, una relación directa con un servicio efectivamente prestado; y el monto, como es obvio, tiene que guardar razonable proporción con el costo de ese servicio que retribuye”.
Al respecto, sostuvo que “las tasas en aumento no solamente carecen (en muchos casos) de una prestación efectiva y directa, sino que, además, su monto es completamente exorbitante e irrazonable”, por lo que “se traduce en un evidente incremento de los precios que pagan los consumidores”.
De esta manera, el titular del Palacio de Hacienda expresó su preocupación por la injerencia que tendrá en la inflación las subas de estas tasas en distintos comercios y aseguró que “lo peor” de la política recaudatoria municipal es que “cobardemente las Municipalidades esconden sus aumentos en facturas de otros bienes o servicios, ajenas a ellas”.
Ante esta situación, Caputo precisó que se encuentra trabajando en el tema indicando que “ya me he reunido con distintos actores involucrados en la problemática y estamos analizando la mejor estrategia para frenar a los vivos de siempre” remarcando que “la baja de la inflación es innegociable”.
La polémica por la incidencia de las tasas municipales en el costo final de bienes o servicios en la provincia de Buenos Aires viene desde hace unos meses cuando se empezó a aplicar una tasa vial que derivó en un encarecimiento de los combustibles y ahora el debate se profundiza ante el aumento de impuestos locales que impactan en supermercados y comercios, generando un mayor incremento de precios.
Entre los municipios que cobran tasas más altas a las cadenas de consumo están Quilmes, con el 3,74%; Hurlingham, el 3,50%, y Moreno, con el 2,60%. En cambio, los que tienen las más bajas son: Florencio Varela (0,90%), Tres de Febrero (0,88%) y Berazategui (0,54%).