Las ventas de productos lácteos al mercado interno en julio presentaron un aumento del 28 por ciento en volumen con respecto a junio, según la información publicada en el Panel de industrias lácteas. Sin embargo, las cifras acumuladas en los primeros siete meses del año (enero a julio) muestran que este año los volúmenes vendidos siguen en un 12,3 por ciento por debajo de 2023.
Las principales caídas se verifican leche en polvo entera y semidescremada (36,6 por ciento interanual), leche chocolatada (-44,2 por ciento), postres lácteos y yogures (-52,7 por ciento) y quesos de muy alta humedad y pasara muy blanda (-24,8 por ciento).
Las cifras de julio último prácticamente no presentan variación contra el mismo mes del año anterior (una disminución en volumen del 0,1% y un leve aumento del 0,2% en litros de leche equivalentes). Sin embargo, el fuerte salto con respecto a junio se explica, en buena medida, por los niveles de ventas especialmente bajos en dicho mes. Es decir, el punto de comparación es muy bajo.
De todos modos, la casi paridad con los niveles de julio del año pasado podrían conllevar un dato positivo: las ventas al mercado interno dejaron de caer, aunque las cifras acumuladas del año siguen mostrando una baja muy significativa, tratándose de un producto esencial para la alimentación.
El informe sectorial destaca el «importante recupero en todos los rubros de productos respecto al mes anterior, y en el mensual interanual, aumento de las tres principales pastas de quesos, leches refrigeradas y yogures». Pero cuando la comparación se realiza entre las ventas de los primeros siete meses de este año, y las del mismo período del año pasado, esos mismos productos arrojan caídas del 4,6, del 10,5 y del 2,7 por ciento en las tres principales pastas de quedo, del 9 por ciento en leches refrigeradas y del 18,8 por ciento en yogures.