En una auditoría interna realizada por la comisión directiva de la Asociación de Personal de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, se revelaron serias irregularidades que afectan directamente la cobertura médica de todos los afiliados, especialmente jubilados y aquellos con padecimientos crónicos.
El sindicato que funciona bajo la denominación Asociación de Personal de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, estuvo bajo la dirección de Ángel Milazzotto hasta mayo de 2024. La auditoría, que abarca el período entre abril de 2023 y junio de 2024, evidenció que Milazzotto, junto con su esposa Sandra Mattioli, utilizaba los fondos del sindicato como si fueran de su propiedad.
Entre los 27 hallazgos de la auditoría se encontraron numerosos gastos personales en la localidad de Pehuajó, incluyendo compras en parrillas, restaurantes, verdulerías, carnicerías, pizzerías, e incluso golosinas. Además, Emanuel Ludueña, yerno de Milazzotto, habría formateado una computadora eliminando información crítica que podría haber esclarecido el destino de una parte significativa del dinero de los afiliados. Esto plantea la sospecha de importantes faltantes de dinero cuyo paradero se desconoce.
Por si fuera poco, la auditoría también reveló enormes deudas con la AFIP por 8 millones de pesos, que con intereses ascienden a 13,5 millones de pesos. Asimismo, se descubrieron deudas con entidades como la Obra Social de Petroleros (OSPe) y la Obra Social del personal de Entidades (OSPEDYC). De hecho, la deuda con OSPe está en manos de un estudio de abogados, y se espera una respuesta sobre el monto total. También se encontró una deuda de 1 millón de pesos con AFSA.
El manejo de Milazzotto, según la auditoría, muestra un patrón de comportamiento donde los fondos del sindicato eran tratados como dinero propio. Los auditores corroboraron no solo los gastos personales sino también la existencia de facturas archivadas que no correspondían con las entidades o personas que las emitían.
La gravedad de estas irregularidades y las deudas acumuladas plantean un desafío significativo para la nueva gestión del sindicato, que ahora enfrenta la tarea de restaurar la confianza y la estabilidad financiera de la organización.