A menos de una semana de la aprobación de la Ley Bases y el Paquete Fiscal en la Cámara de Senadores, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reanudó las negociaciones en Diputados con la expectativa de apurar la sanción definitiva del paquete de reformas y llegar, como estaba previsto, al reprogramado Pacto de Mayo con ambas leyes sancionadas.
En rigor, las intenciones desde Casa Rosada es insistir con el plan original. Llegar al Pacto de Mayo, ahora reprogramado para el próximo 9 de julio en Tucumán, con la Ley Bases y el Paquete Fiscal sancionado. Sin embargo, la victoria en la Cámara Alta le dio confianza al Ejecutivo para insistir en Diputados con las versiones originales de los proyectos, lo que disgusta con creces a la oposición dialoguista.
Es que, la hazaña en la Cámara de Senadores con tan solo 7 senadores, la renovación del swap chino y el desembolso de USD 800 millones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) le dio un espaldarazo al oficialismo que ahora lleva adelante las negociaciones con otra soltura.
Tal es así que, desde el círculo íntimo del Presidente aseguran que “no se comprometieron a defender ningún cambio en Diputados”, aunque otros voceros de La Libertad Avanza expresan por lo bajo sus dudas, al sostener que el vía crucis parlamentario podría haber sido en vano al existir la posibilidad de que todo “vuelva para atrás”.
Un ejemplo de ello es el acuerdo al que había llegado la Casa Rosada con los gobernadores cambiemitas que, para que las reformas del oficialismo salgan, los legisladores provinciales debían aprobar las facultades delegadas al Ejecutivo en materia económica, financiera, administrativa y energética, por el término de un año, a cambio de la reposición del Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, esto no sucedió.
Lo que sucede es que, con esos fondos, los mandatarios podrían enfrentar la complicada caída de la recaudación en sus distritos, sumado al ahogo financiero que enfrentan por el corte del envío del Tesoro Nacional, los subsidios para el transporte, los fondos para la obra pública y la discontinuidad del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).
Esto sienta las bases para que el escenario sea inverso al comenzado en las negociones. Es decir, al ser rechazado por la Cámara Alta, los gobernadores quedan más expuestos a las presiones del Ejecutivo de cara al regreso de los proyectos a Diputados, ya que deberán confiar en que La Libertad Avanza insista con la reposición de Ganancias durante la votación.
Por lo que es probable que en esa rueda de negociaciones la administración libertaria pida a los mandatarios que “colaboren” para reconstruir el articulado vinculado a las privatizaciones, que en la Cámara Alta fue desguazado, al sacar de las empresas a privatizar Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio Nacional. En ese marco, la confianza en la Rosada es plena.
Tal es así que, el oficialismo tiene en mente no solo insistir con las privatizaciones de Aerolíneas Argentinas, Radio Nacional, y el Correo Argentino, sino que el Ejecutivo busca además desechar la moratoria jubilatoria.
“De ser por nosotros solo dejaríamos algunas modificaciones que se hicieron en el capítulo del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI)”, aseguran desde el entorno de Milei, aunque aseguran: “Lo central es volver a la versión original del Paquete Fiscal”.
En ese marco, tras una reunión con los jefes de bloque de la oposición dialoguista, desde el despacho de Francos deslizaron que el cronograma tentativo al que se acordó prevé la firma del dictamen de comisión el martes 25 de junio, mientras que el jueves 27 se sancionaría.