Magela Demarco nos presenta sus tres últimas creaciones literarias

La reconocida periodista y escritora sigue abordando interesantes temáticas como el maltrato infantil y el cuidado de la naturaleza a través de sus últimos libros: «Un pelo de monstruo», «Oficina para cambiar el mundo» y «Medio/Ambiente». Tras participar en la FILBA conversó con El Nuevo en Radio.

 

Luego de haber participado con mucho éxito en la 48ma. edición de la Feria Internacional del Libro y mientras brinda talleres en diferentes provincias, la reconocida periodista y escritora Magela Demarco se tomó un alto en sus intensas tareas para conversar nuevamente con El Nuevo en Radio, en esta oportunidad para presentarnos sus últimas tres creaciones, en las cuales continúa abordando interesantes problemáticas como el bullying, el maltrato infantil y el cuidado de la naturaleza.

En un extenso diálogo con este medio la autora de «Palabras semilla», «Un papá con delantal», «Sola en el bosque», «Un papá intermitente» y «Mi amigo el mar» nos contó los detalles de sus tres últimas publicaciones, a las que ha dado en llamar «Un pelo de monstruo», «Oficina para cambiar el mundo» y «Medio/Ambiente».

«Hace dos semanas volví a Neuquén donde estuve dando talleres con el libro  Palabra Semilla, que ya va por la séptima edición y creo que eso tiene que ver con la temática que aborda, que es el acoso escolar, la burla y la discriminación que lamentablemente ocurren en todas partes, no solo en los colegios, sino en la sociedad misma, por eso es que hay que seguir charlándolo, trabajándolo  y volviendo a pensar, no solamente en las escuelas , sino en las casas, ¿Qué decimos? ¿De qué manera lo decimos?, ¿Cómo miramos al otro?, porque las palabras tienen poder y pueden hacer daño, así como pueden hacer muy bien también pueden hacer daño», contó en principio la reconocida escritora, que sigue poniendo en cuestión temas relacionados al mundo de los infantes.

En relación a Palabras Semillas, que ha sido todo un éxito, dijo además que “más allá de que siempre estoy promocionando mis libros, veo que éste en particular vuela solito y son impresionantes las respuestas, además voy a dar en general también talleres a los colegios  y hace muy poquito me tocó ir a uno privado, de primero a séptimo grado, fue como más individual y estuvo bueno porque se trabajó con la problemática de cada sala, y salen cosas con las que después la profesora y los directivos tienen para trabajar, ya que habilita a que los chicos hablen un montón. Es algo que no solo me pasa con Palabras Semillas”.

Magela comienza a hablar de la primera de sus últimas tres publicaciones: “Un pelo de monstruo” también trabaja la problemática del acoso escolar , pero desde un lado más divertido  por llamarlo de alguna manera  porque tiene mucho humor el personaje y lo interesante también es que lo terminan resolviendo entre los niños, porque a veces los adultos no sabemos bien cómo abordar estas cosas y quizás siempre repetimos lo mismo”.

“En este cuento, por ejemplo, Joaquín, que es el personaje principal , se cambió de colegio porque en el otro había un compañero que le pega cojitos en la cabeza  y entonces la mamá le decía de armar una notita a la señorita . Él le pidió que no mandara más porque la señorita no hacía  nada hasta, mientras que el padre le decía que si le volvía a pegar que se la devolviera con una buena piña para que no lo molestara más. O sea que ninguno de los dos consejos a él le servían, entonces hay una tercera situación que ocurre , que tiene que ver con la imaginación de él, y también un golpe de suerte, que lo ayuda a terminar resolviendo esa situación  con ese compañero que lo molestaba», explicó.

Señaló además que “este libro, que muchos chicos lo están leyendo, ha servido para que muchos chichos se animen a decirles a las maestras que tal lo trata  mal, es como que empiezan a salir empiezan a salir, es como que se terminan sintiendo identificados con lo que dice el libro, con lo cual veo que los cuentos habilitan la palabra, habilitan que se sientan identificados  los niños y las niñas con esas situaciones  y lo puedan decir”.

“Es importante que esto permita que los chicos se movilicen y las familias también, porque muchas veces se les piden milagros a los colegios, como que  el colegio tiene que solucionar todo, y no es así, esto también hay que trabajarlo en las casas , porque muchas de las cosas que los niños traen  es de la casa , ya sea porque reciben ellos maltrato  o porque en la casa se naturaliza  el hablar de forma violenta, y es importante que esto lo podamos ver y modificar, porque si algo nos dolió en nuestra infancia lo podemos modificar con nuestros niños”, sostuvo la escritora.

En este marco comentó que “siempre que escribo lo hago sobre cosas  que me pasan a mí o que me movilizan, con las que resueno o que le pasaban digamos a mi hijo, y qué niño no tiene en el grado  alguno que le pegaba o lo tenía  de punto seguido, así que fue en base a eso, así que eso me llevó a pensar, porque en mi caso creo que no solamente alcanza , como madre hay que ser directa y hay que llamar (al otro , de hecho a mí me gustaría  que si Tobías hace algo en el colegio me gustaría  que la mamá me llame y me diga, porque es la única manera que tengo de corregirlo , porque es probable que mi hijo no me cuente nada”.

“ Es de los cuentos con que más me divierto, porque más allá del abordaje me sigue robando sonrisas  porque tiene situaciones muy graciosas  y tiene vocabularios  de él que inventa y que resultan simpáticos, de hecho a mi niño también le había gustado mucho», destacó.

La conversación con Magela nos lleva a consultarle sobre su visión acerca de uso de la tecnología en la niñez: «Creo que la tecnología más que ayudarnos, vino a complicarnos algunas cosas, claro que ayuda en varias cuestiones, pero en otras las complejizo bastante y a veces siento (que está hecha como para tener zombis que miren TIk-Tok y pongan me gusta o no me gusta, en generar personas inactivas que solo se queden detrás de las pantallas y eso me parece bastante preocupante».

«Las cosas importantes nunca podemos perderlas de vista y esta sociedad tiende a querer que te confundas, en ese sentido hablo un montón con mi hijo, pero a la vez sé que él vive en una sociedad con compañeros que sus padres pueden tener otras visiones, entonces siempre apelo a tener un diálogo cotidiano para transmitirle los mismo valores que mis padres me transmitieron, y eso también lo intento trasladar a mis libros, porque quiero una sociedad justa, una sociedad igualitaria, una sociedad empática y solidaria», expresó.

Continuando con los detalles de «Un pelo de monstruo» comentó que «la editora quería interiorizarse en que fuese por capítulos, que sea como una mini novelita, como para que los chicos tomen el hábito de leerlo de esa manera, y me pareció acertada la elección, además se pueden visualizar muy bien las ilustraciones que son de Martín Morón, que es como dibujando en general, pero sobre todo las ilustraciones con humor y a la vez con mucha ternura, realmente quedó muy lindo.

Además está el trabajo de Ivana Ruggini, quien supervisa y le agrega sus conocimientos a las guías de actividades, que es un aporte más que se puede utilizar como disparador para trabajar en los colegios».

«Un pelo de monstruo ya está en las librerías y si todavía no llegó lo van a conseguir porque la distribuidora es Riverside, que es una distribuidora que trabaja en todo el país, con lo es bastante fácil de conseguir», indicó.

Pasando a la segunda de sus últimas publicaciones Magela manifestó que «en «Oficina para cambiar el mundo» tenemos dos personajes que son Anita y Almudena que son dos nenas que ven que el mundo tiene un montón de cosas muy hermosas como colibríes, mariposas,  juegos y amigos, pero también tiene cosas muy feas, como guerras, personas que no tienen para comer, como perros que están sin dueño y sin collar».

«Ellas quieren hacer algo para mejorar ese mundo y cuando Anita le pregunta a la mamá cómo hacer, la mamá la mira como diciendo que no tiene idea, que Caru (Grossi) la ilustró genial, así que junto a su amiga se deciden a poner la oficina y arrancan en el patio del edificio, donde reclutan a los vecinos y  las vecinas para ver qué cosas pueden hacer cada uno  desde su lugar, y a la vez esperan que todas esas ideas se vayan repitiendo en los demás edificios», dijo.

«Eso tiene que ver con lo que yo creo, que si juntamos muchas pequeñas acciones vamos  a ir cambiando cosas, que es lo que intento siempre con mis libros, como sucedió con Sola en el bosque, que habla del tema de abuso sexual infantil, que sé que ayudó a que un montón de chicos y chicas pudieran hablar y decir que estaban pasando por esas situaciones», agregó.

Contó también que «en este libro trabajo con la editorial Sigmar y es la primera vez que publico en esta editorial, porque en general vengo de publicando  todo en La brujita de papel, que son mis preferidas porque fueron las primeras que me dieron la posibilidad de mostrar mis libros cuando no me conocía nadie, y recuerdo que comenzamos con «Mi amigo el mar».

Señalo además que «el libro lo estuve presentando en ferias, pero todavía no empecé a hacer talleres, porque todavía me siguen pidiendo un montón por Palabras semilla, que es el libro más vendido de la editorial desde hace dos años, así que al momento que me convocan lo hacen por este libro, por eso espero que las escuelas en las cuales ya trabajamos con ese material me llamen por «Oficina» y por «Un pelo de monstruo».

Magela Demarco aborda en el tercer libro que nos presenta la manera en que los humanos estamos dándole la espalda a la naturaleza: «En Medio/Ambiente aparece una nena que está bastante enojada con las adultas y los adultos porque le están dejando justamente a ellos en vez de un ambiente entero un medio ambiente, y por eso la división. Es como una poesía rimada que se hizo libro «.

«Es una temática que me viene preocupando desde que tengo 18 años y ahora tengo 47, y más allá de las acciones individuales que uno puede hacer como reciclar o dividir la basura, o poner atención en las cosas que consumimos, pero hay otras cosas de las cuales se tiene que hacer cargo el estado, y me refiero a nivel mundial, porque la crisis climática es a nivel global y esto lo vemos todo el tiempo, como por ejemplo en las inundaciones de Brasil, que dejó imágenes terribles, y es algo que sin dudas ocurre por el daño que le estamos generando a la tierra», sostuvo.

Resaltó que «es una situación tan preocupante que los nenes se dan cuenta, y me lo dicen en las charlas, me preguntan por qué talan los árboles que son los que nos dan oxígeno, lo mismo pasa con los agrotóxicos, porque estamos comiendo frutas y verduras envenenadas en mínimas dosis, pero es un veneno que existe y nos llega, por eso ya no debería haber discusiones en que debemos  ir tendiendo a la agroecología»

«Veo que frente a la realidad mucha gente opta por no ver, como si haciendo que no presta atención la realidad se va a modificar, cuando la realidad se va a modificar con acciones concretas que tomemos las personas», subrayó.

En este plano consideró que «tiene que haber políticas concretas para ir modificando estas situaciones, los agrotóxicos específicamente, de hecho en el libro la nena se pregunta si esa gente poderosa que fabrica esos productos no tienen hijos a quien dejarle la tierra, es como si cuando murieran ellos se terminara todo. Ni siquiera pido que se preocupen por los demás, porque poco les deben importar, pero si al menos que lo hagan por sus hijos o nietos».

«Este libro lo trabajo a través de la Editorial Bianca Ediciones, que es una editorial más pequeña, a la cual le agradezco que se haya animado a abordar esta temática, porque sin dudas que hay libros que son más fáciles de publicar y otros no tanto, y Medio/Ambiente sin dudas está entre ellos, sin embargo la editorial me apoyó para trabajar sobre estos temas, también con una guía de actividades que nos ayuda a tomar conciencia y saber lo que hacemos, y es para niños y grandes, porque cada persona según su edad, su experiencia y su recorrido de lector va a interpretar distintas cosas», comentó, agregando que «en este libro las ilustraciones corren por cuenta de Almendra Ilustra y Lola Jiménez, o sea que es un equipo importante que hemos armado para los diferentes libros, en ese sentido estoy muy contenta».

La reconocida periodista y escritora nos repasó su agenda para las próximas semanas: «A fines de junio me estoy yendo a Puerto Madryn, luego vuelvo en agosto, en el medio seguramente habrá algunas ferias, aunque por la cuestión económica muchas han sido suspendidas o las han reducido, mientras tanto sigo recorriendo los colegios que me llaman, como por ejemplo en Berazategui, donde ahora justamente voy a estar dando un taller sobre mis libros y sobre ESI. El taller se llama «Por más ESI y menos silencio», que tiene que ver con esto de habilitar la palabra y las emociones».

«También me llaman de los colegios porque el trato de los padres y las madres hacia las docentes es malo, porque a veces hay gente que se cree más importante que la otra porque tiene plata, eso algo increíble, pero a mí me hace muchísimo ruido. Así que voy a las escuelas para trabajar con los adultos y a las adultas, porque antes lo hacía con los niños y niñas, hasta que me di cuenta que si no empezaba también con los grandes es como que faltaba una pata, porque el colegio no hace milagros, y por más que las chicas y los chicos aprendan, si van a sus casas y encuentran otra cosa perdieron todo lo que aprendieron», puntualizó.

«Estoy completamente segura que debería haber ESI y debería haber clase de valores para los adultos y las adultas, deberíamos volver a recursar a algún tipo de colegio o de escuela, y que esa escuela sea de valores», completó Magela Demarco, con un mensaje claro y contundente, siempre invitándonos a pensar y reflexionar sobre nuestras propias conductas.

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