La nafta, y otros combustibles líquidos, podrían experimentar un aumento de precio en las estaciones de servicio de todo el país a partir de hoy. Es que el Gobierno Nacional autorizó la actualización del impuesto sobre los combustibles. Detalles de la medida.
A través del Decreto 466/24, el presidente de la Nación, Javier Milei, el ya ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, le dieron el visto bueno a esta suba de impuestos que entra en vigencia hoy mismo. En rigor, se trata de una suba que debía aplicarse el 1° de mayo, pero que el gobierno libertario postergó a último momento para bajar la inflación.
Ahora, se tomó una medida similar ya que se decidió diferir parcialmente las actualizaciones «con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible», según reza el Decreto.
Concretamente, el Gobierno autorizó un aumento del ICL de 10,121 pesos desde el 1° de junio en la nafta sin plomo y nafta virgen. Para el gasoil el aumento es de 8,245 pesos y se suman otros 4,464 pesos. Por otro lado, el impuesto al dióxido de carbono subió unos 0,619 pesos para las naftas y 0,935 pesos para el gasoil.
La norma publicada este martes en el Boletín Oficial también estableció que el aumento de los tributos correspondiente al 1° de julio se hará «con el incremento total en los montos».
La nafta subiría un 20%
Tras esta actualización de los tributos, se estima que el precio de los combustibles subiría sus precios un 20 por ciento en promedio. El presidente de la Federación de Empresarios del Combustible de la provincia de Buenos Aires, Juan Carlos Basílico, así lo indicó en declaraciones a la prensa.
«Un aumento del 20% es una barbaridad pero nosotros, los estacioneros, no podemos hacer nada. Son órdenes del Gobierno. Tiene que ver con aumentos en los impuestos que no se cobraron en el 2021 y también porque las petroleras presionan para que aumenten», explicó en diálogo con La Redonda.
Sin embargo, al día de hoy las empresas petroleras están evaluando cuánto trasladar al surtidor. Teniendo en cuenta el precio de la caída del petróleo, la devaluación mensual del 2 por ciento y los nuevos precios de los biocombustibles, el incremento oscilaría entre un 3,5 y un 5 por ciento.