La delegación de Azul de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) declaró el estado de alerta luego de que las autoridades Fabricaciones Militares dispusieran retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas a varios empleados de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (Fanazul).
En ese sentido, el gremio denunció que la maniobra de la Fabricaciones Militares Sociedad del Estado encargada de la producción de Fanazul se trata de “despidos encubiertos”, tras lo cual indicaron que la situación se suma a la orden de frenar la producción por una semana bajo la excusa de una “parada técnica”.
Según indicó el secretario general de ATE Azul, Eduardo Bercovich, los retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas representan “despidos encubiertos porque cuando vacíen de recursos humanos de todos los sectores y de las unidades productivas será imposible cubrir esas vacantes”.
A modo de ejemplo, el dirigente gremial graficó que en el área de explosivos para la realización de mastermix, que se utiliza para actividades mineras, son necesarias 1.000 horas de capacitación para poder estar en la tarea, ante lo cual advirtió que cuando los trabajadores del área sean pasados a retiro “el área quedará vacía”.
Recientemente, las autoridades de Fabricaciones Militares, encabezados por el presidente, Hugo Pascarelli, les habían informado a los delegados de ATE que la nueva administración no venía a impulsar despidos sino a optimizar el funcionamiento de la planta de explosivos ubicada en el kilómetro 9 de la Ruta Provincial 80 de Azul. “Al día siguiente anunciaron que debía paralizarse la producción bajo argumentos técnicos”, cuestionaron desde ATE.
“Mantuvimos un encuentro con el director interino de FANAZUL, quien anunció que por escrito estaba ordenado que se debía frenar la producción. Por ello, el gremio se reunió con el intendente de Azul, Nelson Sombra para ponerlo en aviso de la situación y llevó adelante una asamblea que dispuso seguir la situación de la fábrica de manera constante”.
Cabe destacar que, la preocupación por el eventual desguace de Fanazul comenzó a principios de año, cuando la diputada de Unión por la Patria, Laura Aloisi, impulsó una iniciativa para “acompañar todas las acciones que garanticen la defensa ante cualquier intento de cierre” de la fábrica militar de Azul.
Cabe remarcar que, el texto original de la Ley Bases impulsado en diciembre pasado por el gobierno nacional ubicó a Fabricaciones Militares como empresa “sujeta a privatización”, aunque tras las recientes modificaciones al proyecto en la Cámara de Diputados, fue quitada de la lista.
En detalle, el proyecto de la legisladora bonaerense declaró el “acompañamiento a todas las acciones que garanticen la defensa irrenunciable ante cualquier intento de cierre de Fanazul como reacción a las declaraciones formuladas por el Poder Ejecutivo en relación al cierre o privatización de las empresas del Estado”.
Fanazul: una fábrica con historia
La fábrica militar de Fanazul, que fue inaugurada en 1946, a pocos meses de la asunción como presidente de Juan Domingo Perón, se dedicó desde sus inicios a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades relacionadas, así como también estuvo abocada al abastecimiento de TNT, llegando a ser la única productora en Sudamérica.
En este sentido, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, entre el 2003 y el 2015, Fanazul fue reactivada, luego de un fallido intento de privatización en la gestión de Carlos Menem, incorporando personal e inversiones varias, que la colocaron como una de las empresas productoras de explosivos más importantes de la región.
Este proceso productivo fue interrumpido en 2017, cuando el gobierno que lideraba Cambiemos, con Mauricio Macri en la nación y María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, determinó el cierre de la fábrica militar con el objetivo de “achicar los gastos del Estado”.
En ese instante, y luego de que más de 200 trabajadores recibieran la notificación del despido, los obreros iniciaron un plan de lucha intensivo, que no frenó hasta los inicios del 2020, cuando el gobierno de Alberto Fernández anunció la reapertura y la puesta en valor de Fanazul.
En septiembre de 2023, Fanazul tuvo su primer hito de producción, al exportar un cargamento de Mastermix, un explosivo utilizado en minería, a la empresa Exsa Orica, de Perú. Asimismo, la empresa de Azul estableció con la firma peruana un contrato por un plazo de cinco años.