Nicolás Baccaro
Una tarde K, pero una nueva K. Una en la que el apellido Kirchner apenas sobrevoló en comentarios sin mucha trascendencia, y en algunas menciones en el discurso de cierre del portador de la K protagonista. La K de Kicillof plantó bandera y sembró la semilla de una alternativa política al Gobierno nacional, respaldada por decenas de miles de militantes, funcionarios e intendentes bonaerenses, dirigentes sociales y sindicales. Los movimientos que el gobernador viene mostrando en cuanto a su apertura política con diferentes sectores y en su articulación con pares de otras provincias, tuvieron esta tarde una coronación con una jornada de construcción política que dejó en claro el objetivo de plantar batalla al Gobierno nacional desde el armado de algo nuevo que le dispute la representación de la sociedad.
Desde el mediodía el polideportivo Thevenet de Florencio Varela comenzó a recibir a las miles de personas que podían inscribirse libremente para participar del evento. El predio tenía desplegadas 10 carpas para discutir un eje temático en cada una de ellas: Producción y Trabajo; Desarrollo Social y de la Comunidad; Economía y Finanzas Públicas; Universidad, Ciencia y Tecnología; Hábitat y Vivienda; Obras y Servicios Públicos; Ruralidad y Arraigo; Mujeres y Diversidad; Salud y Cuidados; y Educación y Cultura.
Durante un par de horas los militantes y el resto de los asistentes discutieron junto a los funcionarios bonaerenses en cada uno de esos temas. En un formato de actividad prácticamente idéntico al plenario “Luche y Vuelve” que organizara La Patria es el Otro a principios de 2023, varios de los funcionarios y ministros bonaerenses asistieron a las carpas para acompañar los debates. Por nombrar algunos casos, Andrés Larroque y Victoria Tolosa Paz encabezaban la mesa de Desarrollo Social y de la Comunidad, Augusto Costa y Gildo Onorato la de Producción y Trabajo, o Carlos Bianco en la de Universidad Ciencia y Técnica. La definición política del Gobierno bonaerense fue la de acercar a los funcionarios y las bases para enriquecer las discusiones.
El lanzamiento de una alternativa
Allí pudo verse uno de los rasgos salientes de la tarde, que el propio núcleo político del gobernador se encargó de minimizar. La Cámpora, que cuenta con importantes cargos dentro de la gestión provincial, no asistió a la jornada a la que fue invitada por Kicillof, marcando lo profundo de las tensiones que atraviesan a ambos espacios. Daniela Vilar, ministra de Ambiente, y Florencia Saintout, Presidenta del Instituto Cultural de la PBA, participaron de una jornada en contra de la Ley Bases en Lomas de Zamora y La Plata respectivamente, armadas por la organización que conduce Máximo Kirchner. Sin embargo, ni el faltazo ni las tensiones fueron parte de la agenda del acto kicillofista, y las principales espadas del gobernador se encargaron de bajarle el tono a la cuestión, como cuando Larroque dijo en diálogo con los medios “yo no veo ninguna interna”.
Mientras se sucedían las discusiones en las carpas en el predio del polideportivo, Kicillof almorzaba con intendentes y dirigentes del peronismo en el PJ de Florencio Varela. De allí surgió una foto que parece espejada a la que se sacó CFK en Quilmes con la tropa camporista. En este caso, los jefes y jefas comunales de La Cámpora tampoco asistieron al convite, que estuvo encabezado por los más cercanos al gobernador: el anfitrión Andrés Watson, Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui), Fabián Cagliardi (Berisso), Fernando Moreira (San Martín). Verónica Magario, Carlos Bianco, Cristina Álvarez Rodríguez, Gastón Granados, Daniel Gollán, Julio Pereyra son algunos de los que también formaron parte de ese encuentro más íntimo con el gobernador.
Alrededor de las 16:30 toda la asistencia ya se había desplazado al predio central y esperaba por la llegada de Kicillof. Dos tipos de pecheras organizaban a las miles de personas que se agolpaban por un lugar: unas verdes, que decían “organización”, y unas celestes con la inscripción “Frente Popular Patria y Futuro”, la organización que Carlos Bianco presentó en sociedad hace unas semanas, que se encargó del armado del acto y que empieza a funcionar como la primera pata política 100% kicillofista.