Se rumoreaba desde el lanzamiento de la propuesta, pero finalmente el gobernador bonaerense Axel Kicillof ratificó este lunes que no participará del “Pacto de Mayo” promovido por el presidente nacional Javier Milei, que ya cuenta con el apoyo de algunos mandatarios pero cuesta recoger firmas entre los representantes de Unión por la Patria (UxP), con el principal foco de críticas apuntado hacia la complicada relación entre la Casa Rosada y las provincias tras las sucesivas polémicas en torno a la coparticipación y a las transferencias.
“Me hubiera gustado y habría concurrido si el presidente de la Nación nos diera a las provincias lo que corresponde”, aseveró el dirigente peronista en referencia al decálogo “guía” para la política argentina que la gestión de La Libertad Avanza intentará sancionar simbólicamente en Córdoba el sábado 25 de Mayo próximo con el apoyo de los Ejecutivos provinciales; iniciativa que fue anunciada el 1 de marzo último por Milei en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso.
“Esta firma me encantaría que se haga con los fondos que le corresponden a las provincias. Lo hemos reclamado en todos los foros posibles”, argumentó a continuación Kicillof. El referente bonaerense lidera el ala peronista de los gobernadores, si bien Unión por la Patria ya ha sufrido algunas “filtraciones” hacia el lado de las fuerzas del cielo como la del tucumano Osvaldo Jaldo. Junto a él, también los mandatarios opositores Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Sergio Ziliotto (La Pampa) serían partidarios de la rúbrica.
A pesar de ello, el exministro de Economía toma distancia de la Casa Rosada y levanta la bandera de los reclamos regionales ante Nación: la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y del Fondo Compensador del Transporte, la continuación de las transferencia los distritos, y la extensión de la coparticipación, entre otros. “Milei ha acortado fondos de todo tipo. Pretende no solo ajustar y achicar, sino desmantelar el Estado”, marcó en esa línea el dirigente.
“Estamos observando una caída muy fuerte de los recursos en todas las provincias. De un lado, las transferencias no automáticas que el gobierno efectuaba en todas las provincias; digo, con propiedad y con rigor, transferencias no automáticas, que al gobierno le gusta llamar ‘discrecionales’”, expresó Kicillof. “Milei ha dicho ya que vino a destruir el Estado, que lo considera una organización criminal. Buenos Aires repite que lo que es criminal es abandonar a la gente”, agregó luego.
“Es algo que nunca se vio en toda la historia argentina. El gobierno piensa que su única responsabilidad es con la macroeconomía, o con los acreedores extranjeros, algunos aspectos de la geopolítica, o el sector financiero que reside en la capital federal, o con importadores millonarios extranjeros…”, condenó finalmente el gobernador peronista, al tiempo que criticó las decisiones de la gestión nacional de “desertar las funciones básicas del Estado y ajustar sin miramientos”.