El aumento de las tarifas de los servicios públicos ya está dañando el poder adquisitivo de las familias bonaerenses. Sin embargo, también afecta a instituciones estatales que quedan en jaque frente a una suba que no se condice con lo que pasa con sus ingresos. El caso testigo de Esteban Echeverría.
Desde la Municipalidad del distrito del conurbano que gobierna Fernando Gray dieron a conocer la factura de luz correspondiente al hospital Santamarina. El documento muestra que el nosocomio debe pagar más de 10 millones de pesos por el servicio que le prestó Edesur entre el 10 de febrero y el 10 de marzo. En el periodo anterior, la factura había sido de 3,4 millones de pesos, es decir que la suba fue del 196 por ciento entre un mes y otro.
Frente a estos números, el intendente del distrito habló de un «nuevo tarifazo que impacta de lleno en nuestro sistema de salud». «¿Para esto encendieron la motosierra? ¿Para dañar a nuestro sistema de salud pública?», se preguntó Gray.
El gobierno local de Echeverría viene de rechazar el incremento en la factura correspondiente al alumbrado público de marzo que fue incluso más marcado que el del hospital. Tras hacer el reclamo ante el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), el jefe comunal contó que la suba fue del 382 por ciento entre febrero y marzo.
Encima, para completar el gasto en luz del Estado municipal falta sumarle la factura de los consultorios externos, las unidades sanitarias y de todas las oficinas comunales.