Así lo reveló el gremio farmacéutico. Afirman que existe una baja del 20% de las prescripciones crónicas y, en remedios de venta libre, la caída es peor. «El uso de genéricos ayudaría al 40% de la gente».
La carestía de los medicamentos está provocando una baja del 20% en el despacho de los tratamientos crónicos, lo que implica que 2 de cada 10 recetas se presentan pero no se efectivizan.
Así lo reveló Marcelo Peretta, titular del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB).
En diálogo con este medio el profesional aseguró que «tenemos medido una baja del 20% de las prescripciones crónicas -y en venta libre es todavía mayor-, lo que quiere decir que hay 2 de cada 10 recetas caídas».
«La gente llega a la farmacia y pregunta el precio, pregunta la cobertura de su obra social o su prepaga, hace la cuenta de lo que tiene que pagar, sea el 60 o el 50 o el 70 por ciento y no paga. ‘Después vengo’, dice y ese ‘después vengo’ no ocurre», describió Peretta en relación a los pacientes que dejan de consumir su medicación.
El dirigente definió como «muy crítica» la realidad que se vive en estos momentos en las farmacias. «Es lamentable el cuadro de situación que en estos meses se ha provocado producto del decreto 70/23 que es el que autorizó los aumentos de los alimentos, los medicamentos, los combustibles, los impuestos, las tarifas, de todo», dijo.
El titular de SAFyB generalizó sus críticas al calificar de «decisión equivocada» la reciente medida del secretario de Trabajo, Julio Cordero, y del ministro de Economía, Luis Caputo, de no homologar las paritarias.
«Tenemos un desequilibrio porque aumentan los medicamentos, abiertamente el doble que la inflación, porque en febrero el IPC fue de alrededor del 13% mientras que los remedios tuvieron un 25% de aumento en ese mismo mes. Entonces es obvio que son impagables», consideró.
Según el último informe de CEPROFAR (Centro de Profesionales Farmacéuticos), el precio de los medicamentos aumentó 146% en los últimos cuatro meses, 53% por encima de la inflación. El trabajo reveló a fines de marzo que en esos momentos ya se dejaban de comprar más de 10 millones de unidades mensuales.
La situación afecta particularmente a la tercera edad por el atraso en los ajustes de las jubilaciones. «Se ven cuadros muy críticos, la gente suspende tratamientos y además está absolutamente preocupada, mortificada y afectada por esta situación», dijo Peretta.
En este sentido el dirigente señaló que «por un lado tenés caída en los tratamientos crónicos, porque la gente no puede pagar, pero también sintomatología disparada con gente que estaba sana y tiene ataques de pánico. Además, las consultas por medicación para dormir vienen aumentando porque la gente no pueden conciliar el sueño».
Peretta agregó que la caída en la dispensa de remedios se verifica también en todos los medicamentos que atienden patologías sin una sintomatología clara. «Caen los medicamentos para la presión arterial, porque la gente cree como no tiene un síntoma claro y evidente no es urgente medicarse y posterga la compra», advirtió.
El profesional elevó sus críticas a «un ministerio de Salud totalmente ausente, muy preocupado por la rentabilidad de los laboratorios y totalmente despreocupado por la salud de los argentinos, porque vemos que o ha hecho absolutamente nada ni para bajar los precios de los medicamentos, ni para que los tratamientos crónicos se cumplan».
El secretario general de SAFyB cuestionó además que no se potencien las leyes de medicamentos genéricos, ni que se busque estimular una política que haga bajar el precio o que logre una mayor competencia entre los laboratorios que favorezca una baja en el precio de los medicamentos.
En este sentido reclamó una campaña de uso de genéricos «que podría beneficiar hasta el 40% la gente. Pero está claro que al ministro de Salud no le interesa porque si él saliera con una campaña oficial a pedirle a los farmacéuticos que sustituyan medicamentos caros por otro más barato, generaría una herramienta fundamental para que la gente no corte el tratamiento», finalizó.