El Gobierno confirmó este martes que modificará la normativa para que se pueda importar y aplicar en la Argentina la vacuna bivalente contra la fiebre aftosa para el ganado bovino. Según aseguró el vocero presidencial, Manuel Adorni, esto beneficiará a los productores del sector.
“Se tomó la decisión de modificar la dosis de la vacuna aftosa para ganado bovino, para que pase de tetravalente a bivalente, un beneficio para 200.000 productores ganaderos, que no van a depender del pedido de un solo laboratorio, sino de múltiples, que le van a ofrecer la vacuna y ahorrar, tener un costo muchísimo menor”, marcó Adorni.
“En la Argentina hay cerca de 54 millones de cabezas de ganado, a las que se les aplican dos vacunas a cada una por año. Por lo tanto, cuando hablamos de quitarle peso al productor, estamos hablando de un negocio de 110 millones de dosis por año, una cifra significativa”, comentó.
El anuncio se da luego de las quejas de los productos por los altos costos de la aplicación de la tetravalente. Los que salieron al cruce fueron los pequeños productores, representados por la Federación Agraria Argentina, que habló del “impacto negativo, dado que sumado a las demás labores sanitarias, el costo por dosis se dispara a $2.200”.
Pero los laboratorios veterinarios argentinos desmintieron ese valor. Según explicaron, la vacuna que hoy se está aplicando en la primera campaña de 2024 “fue vendida por los laboratorios mayormente entre noviembre y enero a $550 aproximadamente, con un dólar que para la cobranza (promedio 40 días de plazo) estuvo alrededor de los 850 pesos (US$ 0,65); un número que está muy lejos de lo que se menciona en medios y que de ninguna manera es 5 veces más que otros países de la región”.
La Argentina posee el estatus de libre de fiebre aftosa otorgado por la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA) con dos zonas diferenciadas según la aplicación o no de la vacunación: la zona libre con vacunación -en el centro-norte y el cordón fronterizo- y la zona libre sin vacunación -que incluye la Patagonia y los Valles de Callingasta, en San Juan-. (DIB)