En medio de la escalada de casos de dengue, llegó este lunes el primer cargamento de 22.000 repelentes importados que habilitó el Gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, ante la elevada cantidad de demanda y el faltante de stock, al tiempo que el Ministerio de Salud evalúa realizar una “vacunación sectorizada” para prevenir la enfermedad.
En ese sentido, el cargamento de repelentes que ingresó al país llegó de México. Según anticiparon fuentes de Aduana, se trata de una importación anunciada, ya que la empresa SC Johnson había informado días atrás que ante los faltantes locales ingresaría productos desde ese país y desde Polonia.
En detalle, este primer cargamento es una donación que se va a distribuir por medio de asociaciones civiles en zonas vulnerables del país. Son 22.320 unidades de repelentes de mosquitos de la marca comercial “Off Family” del SC Johnson y está prohibida su comercialización. Según fuentes de la empresa, habrá más donaciones en el futuro cercano.
Además, ante el pico inédito de casos de dengue, que ya superan los 250 mil contagios, el Ministerio de Salud, a cargo de Mario Russo, definió no inmunizar en este momento pero evalúa vacunar de manera focalizada en los próximos meses.
Es que, la escasez de repelentes y el colapso de guardias agravan un panorama que parece no mermar a pesar del frío, ya que la reproducción del mosquito es posible mientras la temperatura no baje demasiado y haya humedad, en un contexto donde además el calentamiento global está generando climas más cálidos y estaciones más laxas.
Tal es así que, el titular de la cartera de Salud porteña, Fernán Quirós, aseguró que las pandemias y epidemias de este tipo “vinieron para quedarse”. Ante esta situación, el Ejecutivo nacional tomó dos medidas; abrir la importación de repelentes y por el momento no vacunar.
“La vacuna no es una herramienta para mitigar el brote, la decisión personal es de cada habitante con su médico de cabecera ya que hoy necesita prescripción médica”, aseguró en TN el ministro de Salud, Mario Russo.
Sin embargo, ante la gravedad del panorama, Russo está evaluando una posible campaña de vacunación sectorizada para los próximos meses, previendo otra suba de casos cuando vuelva el calor en septiembre u octubre.
Para ello, Russo está monitoreando de cerca la experiencia en Brasil, en donde el gobierno de Lula Da Silva adquirió 6 millones de dosis que está aplicando principalmente a niños de más de 10 años y en zonas de alta circulación del virus.
A su vez, el gobierno paulista está llevando a cabo un estudio de vacunación en 20 mil personas de entre 18 y 40 años con la vacuna Qdenga, del laboratorio Takeda (la misma dosis que está en la Argentina).
“Se está analizando la evidencia científica, en conjunto a la Comisión Nacional de Inmunizaciones y la Organización Panamericana de la Salud, con el objetivo de determinar un programa de inmunización focalizada y por rango etario, que sea seguro y efectivo, de cara a la próxima temporada”, explicaron desde la cartera de Salud.
En esa línea, desde el Gobierno señalaron que “la vacuna no está recomendada como herramienta en un contexto de brote como el actual”. “Se está observando la experiencia de Brasil que esta vacunado menores, para definir los rangos y la efectividad”, agregaron.
Cabe destacar que, la vacuna contra el dengue que está aprobada por ANMAT en la Argentina es Qdenga, del laboratorio Takeda. La misma, protege contra los cuatro serotipos de dengue y, por el momento, sacando algunas excepciones de provincias que decidieron aplicarla de manera gratuita, el pago es de manera privada. En algunos casos, obras sociales ofrecen descuentos.