El representante de la firma conversó con El Nuevo en Radio sobre el significado de este aniversario y marcó el proceso evolutivo de una empresa que está sumamente arraigada a la comunidad. “Es un orgullo poder liderar esta operación en una planta tan relevante para el país“, señaló.
La planta María Eugenia de la firma Bayer arribó días pasados a sus treinta años de vida, marcando un proceso evolutivo extraordinario desde lo productivo, la innovación y la tecnología, además con un amplio arraigo para con la comunidad, no solo desde los puestos de trabajo, sino también en proyectos que tienen que ver con la capacitación y el desarrollo.
Rafael Lozada, líder de producción de semillas para el Cono Sur, trazó en El Nuevo en Radio una reseña de lo que ha sido el proceso de la planta María Eugenia, repaso del cual hacemos un adelanto en nuestra edición de hoy.
“Es una fecha muy importante para nosotros, justo en el monitor de mi computadora tengo la foto de cuando fue la inauguración en 1994 y ver esa planta que tenía una secadora y ver lo que es hoy, que cuando se pasa por la ruta de noche y está iluminada es algo increíble, es grandiosa la evolución que ha tenido y realmente es un orgullo poder liderar esta operación en una planta tan relevante para el país“, sostuvo.
Destacó que “la aparición de María Eugenia fue una revolución tecnológica porque en la industria se empezó a hacer el secado en espiga, que subir la vara a lo que tiene que ver con la calidad de semilla, fue realmente muy importante.
En esa época estábamos hablando de volúmenes más chicos, la planta empezó con una secadora y hoy contamos con ocho, o sea que la capacidad la hemos incrementado en un 500 por ciento“.
Lozada manifestó que “veía los periódicos de aquella e iba tomando dimensión de lo importante que fue para la ciudad de Rojas, además estamos hablando por aquel momento de cien personas, cuando hoy, en esta época en la cual estamos en el pico de operaciones entran más de mil personas por día, el crecimiento ha sido enorme“.
“En ese momento empezamos con veinte camiones por día y hoy en promedio entran alrededor de unos cien, pero se llega a los 130 o 140 camiones de espiga por día en lo que es el pico máximo de operaciones, que cuando uno lo compara con las distintas plantas del país es una diferencia muy grande.
En estos días de lluvia que hemos tenido no hemos parado nunca, los equipos de cosecha han trabajado al máximo, lo cual significa una ventaja competitiva que tenemos y en ese sentido hay que resaltar que estamos ubicados en la zona núcleo, que es otra ventaja, porque contamos con mucha interacción con la comunidad, con los proveedores, por eso el hecho de haber elegido Rojas en ese momento considero que fue un acierto“, expresó el representante de la firma, cuya palabra brindaremos en extenso en nuestra edición del próximo domingo.