El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, expresó su preocupación ante la caída del salario de los trabajadores estables y la pérdida del poder adquisitivo como consecuencia de la política de “motosierra y licuadora” de Javier Milei.
Kicillof aseguró que el plan económico del Gobierno nacional se bade en “la apertura indiscriminada de importaciones, la dolarización de las tarifas, la ausencia de crédito y la reducción salarial”, además del «ajuste de jubilaciones y la inversión pública».
Horas antes, su ministro de Economía, Pablo López, había confirmado que los salarios de los trabajadores estables se desplomaron 18 puntos en menos de dos meses. “Es la mayor caída bimestral registrada, aún más rápida que en la salida de la crisis de 2001”, describió el funcionario.
En tanto, según diversos informes de CAME, la actividad industrial tuvo una caída similar a la del 2001. Kicillof advirtió sobre el impacto de estas políticas en su provincia al afirmar que “destruyen a la industria bonaerense, que se queda sin demanda y sin mercado interno”.
Además, el Gobernador advirtió que se trata de las mismas medidas que había implementado previamente Mauricio Macri, pero que ahora se repiten de forma «más rápida y más profunda». El mandatario aseguró que el proceso que se está llevando adelante es un “industricidio”.
«Estos planes de ajuste y desindustrialización reducen los ingresos públicos porque la recesión y el desempleo que generan desmoronan la recaudación», explicó. “Como resultado, el ajuste produce recesión y la recesión reduce los ingresos, a lo que se responde con más ajuste y recesión. Observen por favor la masacre social que se está produciendo”, concluyó.