El sector eléctrico de Argentina está sumido en una profunda crisis, exacerbada por el quiebre en la cadena de pagos que ha llevado a acumulación de deudas y falta de fondos estatales. Las distribuidoras eléctricas, con una deuda masiva de 394.708 millones de pesos con CAMMESA hasta enero, han enfrentado dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras. Edesur, Edenor y Edelap, entre otras, apenas han podido pagar un mínimo porcentaje de sus facturas, exacerbando la situación.
La falta de desembolsos estatales ha llevado a una situación crítica en la que los generadores, transportistas y productores de gas natural se ven afectados directamente. El Ministerio de Economía no está transfiriendo fondos, lo que ha llevado a un colapso en la cadena de pagos y ha impactado en la contabilidad de las empresas del sector.
Las consecuencias se agravan con el reciente embargo de cuentas de cooperativas eléctricas por parte de CAMMESA, lo que ha llevado a un llamado de emergencia por parte de estas empresas. En un intento por mitigar la crisis, el gobernador Axel Kicillof se ha comprometido a interceder ante el gobierno nacional para evitar una mayor desestabilización en el suministro de energía.
La situación es alarmante, con empresas enfrentando dificultades financieras para pagar salarios y gastos operativos. La incertidumbre sobre la normalización de la cadena de pagos persiste, con el gobierno nacional enfrentando críticas por su manejo de la crisis en el sector eléctrico.
Mientras tanto, las cooperativas eléctricas del interior bonaerense buscan soluciones ante las políticas del gobierno nacional, que han exacerbado la situación. En medio de un contexto tenso, los actores del sector eléctrico esperan medidas políticas que puedan resolver esta crisis y evitar un mayor deterioro en el suministro de energía en el país.(Pergamino Ciudad)