En su primera aparición pública después de haber recibido a Javier Milei en el Vaticano, el Papa Francisco brindó un discurso en el que habló del importante rol del Estado en la construcción de «sociedades justas» y el Gobierno salió a contradecirlo.
“No alcanza con la legitimidad de origen, el ejercicio también tiene que ser legítimo. De qué sirve tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas”, recriminó el sumo Pontífice durante un breve discurso que brindó en un video para la inauguración de la sede porteña del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (COPAJU) y del Instituto Fray Bartolomé de las Casas.
“Los derechos sociales no son gratuitos, la riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas”, remarcó el Papa y consideró que «el Estado es hoy más importante que nunca y está llamado a ejercer el papel central de redistribución y justicia social».
Las palabras de Francisco no fueron elegidas al azar, menos en un contexto nacional y global donde sectores de ultraderecha cuestionan la intervención del Estado y defienden el libre mercado a ultranza.
En su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni le respondió al máximo líder de la Iglesia Católica, aunque optó por un tono más moderado al que Javier Milei utilizaba antes de las elecciones generales del año pasado. “No estamos de acuerdo con algunas de las frases”, expresó el portavoz de Casa Rosada.
“El papa es un líder espiritual, nosotros gobernamos”, lanzó el funcionario y aseguró que el Gobierno no cree que el Estado deba ser garante de la justicia social.
“No es así, entendiendo la justicia social de sacarles a unos compulsivamente para darles a otros a criterio del funcionario de turno ha logrado lo que hoy estamos viendo, que es un 50 por ciento de pobres”, afirmó.
«El bendito ‘Estado presente’ evidentemente les ha quitado todo y no les ha dado absolutamente nada. Puede sonar lindo al oído, pero está a la vista. Más de 20 años hablando de justicia social y la gente no quiere eso, lo expresó en las urnas», sentenció.