No solo subió el precio del boleto de colectivos y trenes, sino que el Gobierno cambió el esquema tarifario del transporte público y, a partir del 15 de enero, la actualización mensual de los costos que pagan los usuarios. Desde la Provincia de Buenos Aires, entendieron estas últimas medidas como una suerte de «venganza» contra le conurbano.
El ministro de Transporte de Axel Kicillof, Jorge D´Onofrio evaluó que “pareciera que hay un revanchismo en este falso federalismo, piensan que los vecinos del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) son privilegiados”.
En declaraciones a Radio 10, lamentó que en la administración nacional no tengan en cuenta cómo es el movimiento y el nivel de uso del transporte público en la zona más poblada de la Argentina. “No entienden que se toman dos colectivos y un tren para ir de Cuartel V en Moreno a trabajar. No es lo mismo que tomarse un colectivo en el Gran Rosario”, afirmó.
“El responsable de fija las tarifas es el gobierno nacional, no tenemos potestad de ello, eso lo tienen que entender las propias autoridades”, sostuvo el ministro, quien confirmó que junto a su equipo fueron convocados por quien va a ser secretario de Transporte, Franco Mogetta, quien les comunicó que el ministro de Infraestrcutura, Guillermo Ferraro, «firmó el descongelamiento de los aumentos de las tarifas».
Viajar en colectivo en el conurbano será más caro
«Hablan de una equiparación del boleto del AMBA con Rosario y Córdoba. Estaríamos hablando de un boleto cercano a 300 pesos con la estructura de costos de hoy, hay que ver si se actualiza. La realidad es otra”, sentenció D’Onofrio.
«Con Massa no pasaba», afirmó el ministro de Transporte
En esa línea, el también dirigente del Frente Renovador recordó las premoniciones que el excandidato presidencial, Sergio Massa, hizo respecto del valor del boleto en el marco de la campaña y aseguró: “Esto con Massa no pasaba. Así como cuando tuvimos que devaluar el 22 por ciento y en contrapartida se tomaron medidas como la devolución de IVA, la eliminación de ganancias, si teníamos que devaluar no lo iba a pagar la gente”.
“Todo lo que está pasando dijimos que iba a pasar. Nuestra responsabilidad es tratar de estar cerca de la gente y que el golpe sea lo menos duro. A medida del segundo trimestre cuando arranque la actividad dura, va a ser un golpe tremendo para la clase trabajadora”, sentenció.
Finalmente, marcó que “es más elocuente lo que viven los ciudadanos día a día que lo que podamos decir los dirigentes. Tenemos que empezar a levantar la voz para proponer una salida. Mucha gente pensó que iba a estar del lado del mango y quedó del lado de la sierra».