El excandidato a intendente por LLA habló en Radio Rojas tras el balotaje del domingo aseguró que “gente que la está pasando muy mal, sin trabajo y con escasos ingresos, realmente quería un cambio de país”
“Creo que la gente entendió en cierta manera la propuesta. Considero que la campaña del miedo le jugó en contra a Massa; incluso era directamente proporcional esa campaña, al temor que tenían de perder. Todo eso jugó en contra, más aún cuando tenemos un ministro de Economía que evidentemente es el Ejecutivo en estos momentos, porque en cuanto al presidente y la vice el país está acéfalo. De hecho en los últimos meses el que manejó los destinos del país fue Sergio Massa, y de todo eso la gente se dio de cuenta”, reflexionó el excandidato a intendente por La Libertad Avanza, Alberto Del Solar Dorrego, en diálogo con Radio Rojas tras el triunfo de Javier Milei en el balotaje presidencial.
Del Solar Dorrego observó que “esto pegó en todos los estratos sociales, con gente que la está pasando muy mal, sin trabajo y con escasos ingresos, que realmente quería un cambio de país, porque estamos viviendo una inflación tremenda, nada alcanza, todos los sectores están complicados, y en cuanto al campo, que es lo que me toca, es muy difícil producir vendiendo con un dólar de 350 o 360 y comprando con un dólar de 1000; hay problemas en los insumos, que se han ido por las nubes, el combustible por ejemplo, o sea que las cuentas del campo son muy complicadas: si no hay rindes muy altos la situación es de quebranto, y ni hablar de la gente que alquila o no es dueña del campo, porque para ellos es peor”.
En ese sentido, comentó que “la foto del país peor no podía ser, por eso no me sorprende la reacción de la gente; por otro lado, los ciudadanos del interior de la provincia de Buenos Aires, una vez más vemos que estamos atados a los designios del conurbano. Vemos que hay dos países totalmente distintos: por un lado el productivo y por otro el conurbano, y eso es algo que hay que solucionar”.
En tanto, dijo que “un 11,5 de diferencia es muchísimo, o sea que el piso del kircherismo quedó bien demostrado, que son los votos cautivos que tiene Cristina y algo más, pero esto ya pasó y no soy una persona de expresar un júbilo futbolero, sino que estoy pensando en lo que viene, que será la parte más difícil. La Argentina hace muchos años dejó de tener una visión de crecimiento, de potencia, y eso es lo que hay que revertir. Y si bien no es imposible, porque tenemos todo para ser una potencia y ejemplo para toda América Latina, lo que hay que hacer es liberar bajo todo punto de vista los procesos productivos en todas las áreas, o sea que el campo produzca y produzca, que la industria vuelva a ser competitiva, y eso es cuando no hay un estado que se lleva la parte. Y si vos bajás los impuestos muchas de las empresas que hoy no son competitivas pueden llegar a serlo hasta en el exterior. Tenemos que fijarnos metas respecto de lo que nos tiene que comprar el mundo: nosotros no podemos competir en el mundo fabricando autos cuando hay una tremenda producción de autos en todos lados, entonces hay ciertas cosas que hay que buscar la manera de reconvertirlas. No puede ser que la industria automotriz y otras deban ser subvencionadas, pero si les bajás los impuestos, que llegan a ser del 50 por ciento, lo que se está proponiendo es un achicamiento del estado en lo inutil del estado, que desde ya no es salud, no es educación, es más, todo eso tiene que seguir y buscar la manera de que llegue a todos los argentinos. No se puede seguir subvencionando los colectivos o un montón de empresas, que son cuestiones que llevan a la corrupción, hay que buscarle la vuelta y pensar que no es lo que tenemos que hacer, por eso hay que revisarlo punto por punto”.
Además, dijo que “yo creo que no es un país de mierda, como se dijo varias veces en este último tiempo, sino que creo que es un país donde evidentemente en estos últimos años la gente se ha equivocado creyendo que ‘papá estado’ te va a solucionar todo, y esa es la base de lo que es el liberalismo. Entonces la gente tiene que volver a entender que queremos que la Argentina vuelva a ser un país querible, que volvamos a entender que nuestra bandera está en nuestro corazón y pecho, y que sea querible también por las naciones: si conseguís un mercado hay que lograr que a ese mercado lo puedas abastecer, y no por problemas internos salga la carne o cualquier otro producto, ya que otros países van a ocupar esa capacidad que tenía la Argentina para vender y que hemos perdido”.
“Esto no será fácil y se logrará con mucho trabajo. Mientras tanto tenemos que entender los argentinos que el sogazo nos lo vamos a tener que comer, esto no es gratis, no pasás de un modelo intervencionista, con corrupción, donde el único que crecía era el estado a costa de los particulares y la pobreza, a otro tipo de país”, agregó.
“En estas elecciones, independientemente de los actores, que entiendo que a mucha gente no le puedan gustar, lo que hubo en disputa fueron dos modelos de país totalmente diferentes: uno que le da la libertad al individuo de conseguir trabajo y a las empresas de poder de crecer, y es justamente el que se votó en esta oportunidad”, comentó Del Solar.
“En Rojas, esto que se ha votado, de algo va a servir. Tenemos que buscar la manera en que la riqueza que podamos producir con un dólar que sea real, que las retenciones, que no creo que se puedan sacar rápidamente, pero tienen que sacarse, se derrame para el resto de la población, y creo que todo esto se logra teniendo una meta de país, porque si no la tenemos no vamos para ningún lado. Por eso es que le planteé en la reunión al intendente de hacer un plan estratégico a largo plazo para el Rojas que queremos, y eso también debe ser nacional”.
En cuanto a consideraciones de orden político aseguró que “mi participación en el PRO de Rojas fue hasta que me di cuenta que Juntos por el Cambio era una alianza inviable, porque no podías tener a la gente del PRO, a las que conozco bastante bien, personas de mercado, tendientes a una economía libre, con otro pensamiento sobre la propiedad privada, sobre el achicamiento, asociada ideológicamente con socialdemócratas, que tienen otra concepción de país. Entonces eso nació fallido y por eso los cuatro años de Macri fueron un fracaso; porque no podías tener en un mismo gobierno a Lousteau y Morales, que se han sacado las caretas y sabemos de qué lado están. Creo que es mucho más sana esta nueva alianza, este nuevo pensamiento del país que queremos, que el que era el de Juntos por el Cambio”.
Para eso, dijo, “es fundamental tener una estrategia de estado; de hecho tenemos una riqueza marítima comparable con la agropecuaria, que en estos momentos nos la están robando los chinos: primero tenemos que defender los nuestro, lograr que nuestro país sería creíble y querible”.
Además, dijo que “lo que no se resuelve en los primeros dos meses no se resuelve más, y creo que esto es de lo que se ha dado cuenta Milei: si no hace el golpe de timón al principio, después es imposible porque todos se empiezan a acomodar, y hoy lamentablemente tenemos un país maravilloso, pero la foto es de un país pobre, y Argentina no puede estar en esas condiciones. Si se quieren hacer cambios drásticos claro está que no la vamos a pasar bien; hay cosas que hay que hacer que no van a gustar, y allí surge la pregunta si estamos preparados para aguantar un sogazo, lo cual es la gran duda y el gran temor que tengo”.
Finalmente, en cuanto a su propio futuro político, el excandidato dijo que “no he tenido ninguna conversación ni propuestas, si tengo muy buena relación con Píparo, también con Diana Mondino; pero hay que ver cómo se manejan las cosas en Buenos Aires. Yo estoy en Rojas y para Rojas, y no he tenido ninguna propuesta ni creo que la tenga. Este país es muy grande, hay mucha gente con mucha capacidad y creo que Javier Milei está muy bien rodeado, y los que no me gustaban tanto están bastante más lejos. Ahora insisto en que a los argentinos nos encanta la fantasía, creemos que todo se hace de un día al otro, pero esto llevará sudor y lágrimas, no será fácil, por eso mi temor está en saber si estamos preparados para aguantarnos lo que votamos”.