El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este martes el desembolso de USD 7.500 millones para la Argentina, como parte de la quinta y sexta revisión del acuerdo firmado entre el país y el organismo financiero.
Según afirmaron fuentes del Ministerio de Economía, el desembolso de USD 7.500 millones ya llegó a las arcas del Banco Central, y el mismo apunta a sanear las bajas reservas nacionales e promover una estabilidad en el mercado cambiario, dos datos claves para el oficialismo de cara a las elecciones generales de octubre.
Si bien aún resta la confirmación oficial por parte del FMI, los funcionarios de Economía que viajaron a Washington celebraron la aprobación del desembolso y destacaron que es uno de los más grandes de la historia del ente de crédito.
“Es un paso muy importante en la administración de la hipoteca que Mauricio Macri le dejo a la Argentina”, remarcó el titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, a los medios que cubrieron su viaje a Estados Unidos. El Ministro, cerrará su gira por Washington esta tarde con una reunión con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y luego brindará una conferencia de prensa en la embajada estadounidense.
En concreto, de los USD 7.500 millones que llegaron al Banco Central, el Gobierno tendrá unos USD 3.400 millones disponibles para llenar las reservas. El resto del dinero, será utilizado para pagar los compromisos con la CAF, el swap chino y Qatar, préstamos que sirvieron para que el Ministerio de Economía cumpla con los vencimientos del FMI.
Así, llega a su fin otro capítulo del vínculo entre Argentina y el FMI, el cual comenzó hace cuatro meses cuando, también en Washington, representantes de ambas partes acordaron realizar una revisión completa de todas las metas del programa vigente, que data de comienzos de 2022, período en el cual el ministro de Economía era Martín Guzmán.
La novela recién se volverá a abrir en noviembre, mes en el que el FMI desembolse unos USD 2.500 millones, siempre y cuando Argentina cumpla con los objetivos pactados en la séptima revisión del acuerdo. En el medio de esa etapa, habrán transcurrido las elecciones generales de octubre y quizás un balotaje, ambos datos no menores.
En efecto, esa segunda cuota del desembolso del FMI llegaría unas semanas antes de un eventual balotaje, un dato clave para el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, que espera tener un respaldo financiero para cambiar el mal performance que tuvo su lista, la cual quedó relegada en el tercer lugar.
En ese marco, la devaluación del 22% en el cambio oficial realizada por Massa apenas un día después de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), fue un factor determinante para que los caminos de diálogo con el FMI fuesen mucho menos tortuoso.
Es que, horas después de que el Gobierno decidiera, además de la devaluación, fijar el dólar oficial a $350 hasta las elecciones generales del 22 de octubre, y aumentar un 209% en las tasas de interés para evitar fuga de depósitos, las medidas fueron celebradas por el organismo financiero estadounidense, quien presionaba a Massa para que achicara la brecha cambiaria.
“Valoramos a las acciones de políticas recientes de las autoridades y al compromiso de salvaguardar la estabilidad, reconstruir las reservas y fortalecer el orden fiscal”, había remarcado el FMI, a través de Kozack.
En esta línea, esta devaluación y la suba de las tasas de interés parecieran ser dos factores que le dieron luz verde a Massa para recibir la primera cuota de los millonarios desembolsos por el FMI. Ahora, solo resta saber si el Gobierno conseguirá la segunda entrega de dólares, con una elección sumamente definitoria de por medio.