Previo a su partida a los Estados Unidos para entrevistarse con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y varias entidades bancarias, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, reunió a gran parte del Gabinete para ultimar los detalles de las medidas que oficializará esta semana para paliar los efectos de la devaluación.
Al control de precios en los supermercados, congelamiento de los combustibles hasta octubre y el acuerdo con los laboratorios nacionales para fijar en 5% el tope de las subas mensuales en medicamentos, Massa sumaría esta semana una suma fija para los trabajadores, un programa para el blanqueo de trabajadores, y créditos para las industrias y pymes.
Así lo resolvió Massa junto al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, y funcionarios del Ministerio de Economía, durante un conclave llevado a cabo este fin de semana en el Salón Belgrano de la cartera de Hacienda y Finanzas.
En este sentido, la columna vertebral de la respuesta del Gobierno al impacto de la devaluación será una luz verde a la opción de una suma fija salarial que complemente la negociación paritaria, que algunos gremios ya reactivaron. Se trata de un pedido de varios sectores del gremialismo.
Otro elemento en el paquete de medidas será un programa para fomentar el blanqueo de trabajadores que hoy están en la informalidad, a través de un monotributo productivo, aunque es una decisión cuya profundidad y alcance todavía no se conoce.
Dentro del radar del Gobierno, también se encuentra la contención de las tarifas y los subsidios a las empresas prestatarias de la electricidad y el gas. El salto devaluatorio cambia la ecuación del costo de la generación y, por lo tanto, la necesidad de subsidios en caso de que el Gobierno no permita un traslado a las boletas.
Vale recordar, que el Ministro y candidato presidencial ya logró acordar una pauta de aumento mensual de los precios del 5% durante los próximos 90 días con las cadenas de supermercados mayoristas y minoristas como Día, Carrefour, Coto, Chango Más, Makro, La Anónima, Cencosur, Vital, y Maxiconsumo, entre otros.
A cambio, el Gobierno ofreció beneficios impositivos para evitar que el incremento de costos que ya tuvieron los supermercados, a través de sus proveedores, se traslade a los precios. Mientras que Massa anunció que las empresas que aumenten sus precios por encima del 5% serán sancionadas y perderán los beneficios fiscales.
Asimismo, el Ministró logró congelar el precio de los combustibles hasta el 31 de octubre (es decir, hasta después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, agendadas para el 22 de ese mes). Al igual que en el caso de los supermercados, se otorgó beneficios fiscales, que podrán ser quitados si las empresas violan el acuerdo, para lo cual activará un sistema de denuncias.
La tercera medida de la semana pasada, fue el acuerdo con laboratorios nacionales y cooperativos de la Argentina por el que estableció un sendero de aumento limitado a un máximo del 5% mensual para los precios de los medicamentos.
Vale mencionar, que los próximos días serán clave para el Gobierno nacional y para las aspiraciones presidenciales de Massa, que tiene como principal objetivo generar estabilidad económica principalmente en el mercado cambiario para llegar a las elecciones generales de octubre con chances de entrar al balotaje.