El especialista en seguridad antisiniestral formuló distintas consideraciones esta semana en El Nuevo en Radio, ante una situación que se incrementa en esta época del año, cuando las temperaturas obligan a calefaccionar
Se avecina la etapa crucial de la época fría del año, y con ella el momento en que inexorablemente se enciendan las estufas a gas de decenas de miles de hogares en la Región. Junto a ellas, también tendrán mayor actividad los calefones y cocinas, y se cerrarán puertas y ventanas para blindar las casas de las bajas temperaturas. Estos días marcan también el inicio de las campañas de concientización para reducir la tasa de descuidos y negligencias que cada ciclo invernal, en nuestro país, se llevan doscientas vidas.
«El monóxido de carbono significa un riesgo enorme para las personas, sobre todo en ambientes cerrados. Las estadísticas marcan que causa aproximadamente unas 200 muertes por año en el país, y el problema mayor reside en que es un gas que no es perceptible a los sentidos y tiene la facilidad de combinarse con la sangre a través de los pulmones mucho más fácil que el oxígeno que nosotros respiramos. Se suma a todo esto a que es incoloro, inodoro e insípido, además de poseer un elevado nivel de toxicidad”, refirió a ese respecto el Lic. Sebastián Urriza, especialista en seguridad antisiniestral, en diálogo mantenido esta semana con El Nuevo en Radio.
Urriza advirtió que «el monóxido de carbono es un gas muy peligroso producto de una combustión incompleta, y es más liviano que el aire, o sea que siempre tiende a buscar las alturas; de hecho uno de los principales componentes del humo es justamente el monóxido de carbono, y también llega hasta las zonas superiores, es decir que alcanza el techo de un ambiente y a partir de allí empieza a descender y llega a una altura media que es donde se encuentran las personas. De hecho, una persona expuesta a un ambiente contaminado con 600 partes por millón de monóxido de carbono en tres horas puede fallecer», y apuntó que “uno de los riesgos más grandes es cuando la persona está durmiendo, porque no se da cuenta, el monóxido de carbono no se siente, no te hace despertar y eso es lo más peligroso, porque cuando la persona está despierta aparecen algunos síntomas, como por ejemplo cefaleas, mareos o desorientación, que la pueden alertar de que algo está sucediendo».
Urriza explicó que “el monóxido de carbono, que se produce por una mala combustión, puede aparecer en calefones o calefactores, pero también en estufas catalíticas, es decir en todos aquellos artefactos que tengan llama. Tanto en el caso de la estufa catalítica como de una pantalla infrarroja, ambas emiten algún producto de combustión. Por eso hay que estar muy atentos a cuando se utilizan en un baño, y por eso decimos que en todos estos ambientes es clave la ventilación, siempre hay que tener de 5 a 10 centímetros la ventana abierta, más allá que sabemos que hoy en día es muy caro calentar un espacio, y si tenemos la ventana abierta en ese margen nunca llegamos calentarlo. Pero siempre hay que tener en cuenta ese dato».
Por eso remarcó que “siempre, antes de todos los fríos, hay que hacer una revisión de los artefactos con un gasista matriculado, porque se encargará de desarmarlo, limpiarlo, y lo hace desde otra óptica A uno le parece que lo puede limpiar por su cuenta, pero quizás no contempla que hay que limpiar un pico o hacer un trabajo más técnico, lo que es fundamental desde el punto técnico”, aunque aclaró que “lo que sí podemos revisar por nuestra cuenta es quizás que la llama del sea de color azul, porque si es de otro color, con una tonalidad anaranjada o roja o amarillenta, está funcionando de manera defectuosa. Allí es cuando automáticamente hay que apagar y llamar al gasista matriculado «.
En la misma línea, destacó que “en el caso de los calentadores, braseros o las pantallas, son artefactos o métodos de calefacción sumamente peligrosos, más allá de que entiendo que hay gente que es lo único que tiene para calentarse. Pero si van a utilizar una hornalla de cocina o un calentador, lo que podemos recomendar es que verifiquen que el equipo funcione correctamente y siempre dejar una ventilación. En estos casos no hay muchas otras opciones, porque si tenemos un equipo defectuoso en un ambiente completamente cerrado las consecuencias son las peores».
«Desde el Instituto Argentino de Seguridad se realizan todos los años campañas preventivas sobre el monóxido de carbono para llegar a todas las personas, sobre todo a los lugares más difíciles de alcanzar, donde se utilizan artefactos de calefacción que no son los ideales. En esos casos lo importante es que esa gente conozca el riesgo. Debemos ser conscientes de que este gas nos puede dañar y en forma grave”, señaló Urriza, y completó: “Una cosa que surge de las estadísticas es que se está tomando un poco más de conciencia; pero también hay datos que son completamente negativos, y por eso es que es tan importante difundir las medidas de precaución básicas”.