En medio del paro de choferes en La Matanza, Sergio Berni y Jorge D’Onofrio se presentaron en el lugar de los hechos. Fueron recibidos con violencia.
El asesinato de Daniel Barrientos volvió a poner en escena la problemática de la inseguridad en el conurbano bonaerense. Tras el crimen del chofer de la línea 620 y la medida de fuerza de sus compañeros, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, y su par de Transporte, Jorge D’Onofrio, se presentaron en el lugar. Fueron recibidos con insultos y golpes.
Quien se llevó la peor parte fue el encargado de seguridad quien terminó con sangre en la cara. Los reclamos iban enfocados hacia él ya que los colegas de Barrientos están reclamando seguridad para trabajar.
«La muerte de nuestro compañero se suma a una cantidad de episodios de inseguridad que vienen afectando a los choferes especialmente en todo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)», había informado la Unión Tranviarios Automotor al anunciar el paro.
«Estamos consternados, me dirijo en este momento hacia el corte para tratar de acercar solidaridad a familia y trabajadores», dijo D’Onofrio en declaraciones radiales esta mañana. Él y Berni habían acordado ir hasta el corte ubicado en General Paz y Ruta 3 para dialogar con los manifestantes. Su objetivo era hacer una reunión esta misma tarde junto al propio gobernador, Axel Kicillof, y al secretario general de la UTA, Roberto Fernández.
Insultos, cánticos, golpes de puño y proyectiles. Así recibieron a Berni y a D’Onofrio los choferes de colectivo en medio del paro por el asesinato de Barrientos. Los dirigentes terminaron contra la pared de una colectora con un cordón de personas que los separaba del grupo agresores. El ministro de Seguridad intentó calmar los ánimos invitándolos a dialogar.
«Para eso vine, para hablar. Estoy acá porque entiendo el problema que están pasando. Si no hablamos no vamos a solucionar nada. No salgo corriendo como todos los demás. De acá no me muevo hasta que no hable con ellos», les dijo el Ministro bonaerense. A pesar de la violencia, Berni empatizó con los manifestantes. «Tienen razón, le acaban de matar un compañero», expresó.
A las 12.15 arribaron al lugar efectivos policiales para ordenar la situación. El cuerpo de infantería comenzó a dispersar la multitud con gases lacrimógenos. Finalmente, unos 10 minutos después, se llevaron a Berni en un auto.Infocielo