El supuesto envío de gendarmes al conurbano bonaerense ocasionó un insólito conflicto entre la Provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional.
La tensión tomó estado público cuando el gobernador Axel Kicillof plasmó su descontento durante un acto este martes en Luján.
“Nosotros venimos solicitando el envío de gendarmes. Siempre requerimos, solicitamos casi enfáticamente el envío de seis mil gendarmes a la Provincia. Se habló, hubo conversaciones, muchas, incluso con el Presidente, todavía no mandaron ninguno de esos seis mil. Seguimos dando vueltas con el tema”, apuntó Kicillof.
El malestar, acompañado de un fuerte cuestionamiento por parte del mandatario provincial pareció estar dirigido al ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, quien en el comienzo de la semana había anunciado el desembarco de gendarmes en La Plata, Pilar, Tigre, Avellaneda y La Matanza.
Sin embargo, fuentes de la Gobernación bonaerense dejaron trascender que desde Casa Rosada no les habían consultado por la instalación de comandos de gendarmería en el conurbano.
De todos modos, Kicillof aclaró que su objetivo “no es polemizar” con Aníbal Fernández, y subrayó: “Si los gendarmes son para el narcotráfico, es una atribución y una tarea de Nación que no deben coordinar con nosotros; pero si despliegan gendarmes por temas de seguridad ciudadana, hay que coordinar con el Ministerio de seguridad bonaerense”. (ANDigital)