MULTITUDINARIA Y EMOTIVA MISA

El padre Gustavo fue oficializado como párroco por Mons. Santiago

El carismático sacerdote local fue acompañado durante la ceremonia por centenares de rojenses que colmaron la nave principal del templo parroquial y, al formular su juramento como párroco, fue saludado con una inédita ovación por parte de los rojenses

 

El padre Gustavo Albrecht quedó oficializado como párroco de Rojas este sábado, en el marco de una multitudinaria y emotiva misa celebrada en el templo parroquial local, con la presencia del titular de la Diócesis de San Nicolás, Mons. Hugo Santiago.

El casrimático sacerdote local fue acompañado durante la ceremonia por centenares de rojenses que colmaron la nave principal del templo parroquial y, al formular su juramento como párroco, fue saludado con una inédita ovación por parte de los rojenses.

De esta manera se concreta lo que ya habíamos adelantado el mes pasado: tras una reunión celebrada con el obispo Santiago, el padre Albrecht ya había ratificado que iba a continuar cumpliendo su función sacerdotal en este distrito, tras el retiro al que se había acogido, para evaluar sus pasos. De hecho, apenas retornado a Rojas, el carismático sacerdote ya realizaba una visita a detenidos por distintas causas que se encuentran alojados en la dependencia policial local.

Albrecht, básicamente, cuenta con la aprobación del obispado para seguir adelante con su proyecto, al menos por los seis años que durará su gestión como párroco. En tanto, el propio Santiago le confirmó a este diario que por su parte el padre Ángel Cuchetti llegó a la edad de jubilación de los sacerdotes, por lo cual ya no tendrá obligaciones oficiales como párroco local.

La noticia de la permanencia de Albrecht en el distrito circuló con profusión en esos días en distintos ámbitos, sobre todo en las redes sociales, espacios en los que, justamente, se había generado una tremenda movilización en la ciudad al difundirse el rumor de que el padre Gustavo, como se lo conoce popularmente, dejaría de ser el párroco local.

Como hemos comentado, en aquella oportunidad, los comentarios y trascendidos generaron una explosión de mensajes a favor de la permanencia de Albrecht en Rojas, incluyendo una comunicación hecha pública oportunamente en su Facebook oficial por el propio intendente municipal de Rojas, Román Bouvier, “como ciudadano y no como político”, según expresó, en la cual le brindó su “total apoyo” al sacerdote.

En aquel momento, fuentes vinculadas al quehacer parroquial, le habían informado a este diario el padre Albrecht se encontraba gozando de una licencia. Pero los comentarios continuaron circulando con profusión, al punto que se llegó  a convocar a una movilización de vecinos y vecinas, para reclamar la continuidad del padre Gustavo al frente de la parroquia. La movilización no se realizó, por pedido expreso del propio Albrecht, aunque la asistencia a la misa celebrada aquella tarde contó con asistencia record.

La impresionante cantidad de mensajes publicados en aquellos días a favor de la continuidad de Albrecht como párroco coincidían, entre otros puntos centrales, en destacar la enorme tarea no sólo religiosa sino social y comunitaria por él realizada en el decurso de sus funciones.

Como indicáramos, la situación había tomado tal relevancia que el propio intendente de Rojas, Román Bouvier, se posicionó al respecto, con el siguiente mensaje:

“Escribo esto como ciudadano, no como político. Sé que la religión y el estado deben ir por carriles independientes. Pero cuando escuché que el Padre Gustavo se iría de nuestra ciudad hubo algo que me hizo pensar que esta publicación era necesaria. Quiero dejar constancia de mi absoluto y total apoyo al Padre Gustavo, a su obra incansable, a su constante apoyo a todos los que hemos acudido en momentos de dolor a buscar un poco de consuelo. La fe es motor individual pero es un hecho colectivo cuando podemos de verdad accionar en coherencia con sus enseñanzas. Y siento que Gustavo es el claro ejemplo de esto. Ha regalado su alegría en cada rincón de nuestro distrito, haciéndonos comprender que la fe hace nido en los corazones más sencillos. Nos hizo pensar con sus palabras, sus reflexiones siempre dadas desde un lugar muy humano. Lejos de los acartonados discursos y cerca de las propias vivencias en las que siempre se mostró como un hombre con aciertos y errores… Como todos nosotros: perfectible. Solamente quiero pedir a quien fuera que tenga responsabilidad en esta decisión que lo reflexione. Y si esta decisión es propia del padre y se debe a algún sufrimiento que otros hayan causado que también reflexione, y ponga el acento en todos los corazones que ha transformado y hoy le piden que se quede. Que Dios le de templanza, luz y amor para su vida siempre… Y gracias por todos aquellos a quienes nos ha dado una nueva mirada de la  religión y de la fe”.

El padre Albrecht fue entrevistado en aquella oportunidad para El Nuevo en Radio, y en el aire de la FM92.5, dijo que “la verdad es que no me hubiera imaginado tanto apoyo y cariño, no solamente de la parroquia, esto me ha llenado el corazón e hizo que pensara algunas cositas y balancear para llevar adelante todo este trabajo y tomar la decisión de seguir junto con el obispo”.

Pero también reveló que su posible alejamiento de Rojas tenía bases firmes: “La verdad es que el obispo y la gente estaban muy contentos con mi trabajo, y siempre destaco que la gente colaboró mucho en todos los eventos, la gente de Rojas es muy generosa y llegamos a un montón de personas, pero había cosas internas que estaban dañando mucho a la iglesia, y yo como responsable no podía mirar para el costado. Tengo un carácter fuerte en ese sentido, tanto en mi vida anterior como en el seminario. Pero veía cosas que o las denunciaba, o me iba, porque estas eran decisiones que debían tomarse más arriba. Antes de entrar al seminario yo era muy crítico de la iglesia, sé bien lo que la gente critica de la iglesia, y como me dijo una vez un curita viejo, las puertas no sólo están para entrar, sino también para salir. Yo sabía que había gente necesitada de una palabra de esperanza, de un sostén, de un acompañamiento, de un abrazo. Esto transforma el corazón, porque el amor es algo que te transforma el corazón”.

A este respecto, Mons. Santiago le dijo a este diario que, a su entender, la confirmación de Albrecht como párroco local “llevó tranquilidad a la gente”, y destacó su satisfacción por el trabajo que el sacerdote está realizando en nuestro distrito.

“Vine a poner a Gustavo en posesión de la parroquia para darle estabilidad, porque hasta ahora era administrador y tiene menos estabilidad. Ahora, ustedes lo escucharon, el párroco tiene mandato por seis años y, si el proyecto va bien puede pedir una renovación por el mismo tiempo. Quiere decir que esta estabilidad le permite a un párroco llevar adelante un proyecto. Pero lo de Gustavo se produjo muy rápido: resulta evidente que, en tan poco tiempo, la gente está muy contenta con él. Pero hay cosas que llevan tiempo, y esto le permitirá profundizar y desarrollar lo que viene haciendo”, reflexione el prelado a ese respecto.

Santiago reveló que por ello había nombrado primero a Albrecht como administrador, y luego lo oficializó como párroco. “Esto es habitual; el tiempo de administrador no era de vigilancia, sino de madurez, de aprender el oficio de párroco”, explicó. En ese sentido, dijo que “la transparencia de la administración parroquial lleva a que la gente se inserte, colabore y ayude. Por eso armamos un Consejo de Asuntos Económicos, y el Consejo Pastoral, que es el ente de gobierno”, indicó, en la misma línea.

Respecto de las multitudes que viene reuniendo el padre Gustavo, tanto cuando se pedía su permanencia, como este sábado cuando fue oficializado como párroco, Santiago opinó que “es signo de que la gente está muy contenta; yo ya había percibido esto otras veces, y me había dado cuenta desde el vamos: la gente estaba ansiosa y hasta dudosa de su permanencia. Pero siempre había dicho que se trataba de un tiempo de maduración. Tampoco tenemos tantos sacerdotes para ir cambiando”, completó Santiago.

 

 

El carismático sacerdote local fue acompañado durante la ceremonia por centenares de rojenses que colmaron la nave principal del templo parroquial y, al formular su juramento como párroco, fue saludado con una inédita ovación por parte de los rojenses

 

El padre Gustavo Albrecht quedó oficializado como párroco de Rojas este sábado, en el marco de una multitudinaria y emotiva misa celebrada en el templo parroquial local, con la presencia del titular de la Diócesis de San Nicolás, Mons. Hugo Santiago.

El casrimático sacerdote local fue acompañado durante la ceremonia por centenares de rojenses que colmaron la nave principal del templo parroquial y, al formular su juramento como párroco, fue saludado con una inédita ovación por parte de los rojenses.

De esta manera se concreta lo que ya habíamos adelantado el mes pasado: tras una reunión celebrada con el obispo Santiago, el padre Albrecht ya había ratificado que iba a continuar cumpliendo su función sacerdotal en este distrito, tras el retiro al que se había acogido, para evaluar sus pasos. De hecho, apenas retornado a Rojas, el carismático sacerdote ya realizaba una visita a detenidos por distintas causas que se encuentran alojados en la dependencia policial local.

Albrecht, básicamente, cuenta con la aprobación del obispado para seguir adelante con su proyecto, al menos por los seis años que durará su gestión como párroco. En tanto, el propio Santiago le confirmó a este diario que por su parte el padre Ángel Cuchetti llegó a la edad de jubilación de los sacerdotes, por lo cual ya no tendrá obligaciones oficiales como párroco local.

La noticia de la permanencia de Albrecht en el distrito circuló con profusión en esos días en distintos ámbitos, sobre todo en las redes sociales, espacios en los que, justamente, se había generado una tremenda movilización en la ciudad al difundirse el rumor de que el padre Gustavo, como se lo conoce popularmente, dejaría de ser el párroco local.

Como hemos comentado, en aquella oportunidad, los comentarios y trascendidos generaron una explosión de mensajes a favor de la permanencia de Albrecht en Rojas, incluyendo una comunicación hecha pública oportunamente en su Facebook oficial por el propio intendente municipal de Rojas, Román Bouvier, “como ciudadano y no como político”, según expresó, en la cual le brindó su “total apoyo” al sacerdote.

En aquel momento, fuentes vinculadas al quehacer parroquial, le habían informado a este diario el padre Albrecht se encontraba gozando de una licencia. Pero los comentarios continuaron circulando con profusión, al punto que se llegó  a convocar a una movilización de vecinos y vecinas, para reclamar la continuidad del padre Gustavo al frente de la parroquia. La movilización no se realizó, por pedido expreso del propio Albrecht, aunque la asistencia a la misa celebrada aquella tarde contó con asistencia record.

La impresionante cantidad de mensajes publicados en aquellos días a favor de la continuidad de Albrecht como párroco coincidían, entre otros puntos centrales, en destacar la enorme tarea no sólo religiosa sino social y comunitaria por él realizada en el decurso de sus funciones.

Como indicáramos, la situación había tomado tal relevancia que el propio intendente de Rojas, Román Bouvier, se posicionó al respecto, con el siguiente mensaje:

“Escribo esto como ciudadano, no como político. Sé que la religión y el estado deben ir por carriles independientes. Pero cuando escuché que el Padre Gustavo se iría de nuestra ciudad hubo algo que me hizo pensar que esta publicación era necesaria. Quiero dejar constancia de mi absoluto y total apoyo al Padre Gustavo, a su obra incansable, a su constante apoyo a todos los que hemos acudido en momentos de dolor a buscar un poco de consuelo. La fe es motor individual pero es un hecho colectivo cuando podemos de verdad accionar en coherencia con sus enseñanzas. Y siento que Gustavo es el claro ejemplo de esto. Ha regalado su alegría en cada rincón de nuestro distrito, haciéndonos comprender que la fe hace nido en los corazones más sencillos. Nos hizo pensar con sus palabras, sus reflexiones siempre dadas desde un lugar muy humano. Lejos de los acartonados discursos y cerca de las propias vivencias en las que siempre se mostró como un hombre con aciertos y errores… Como todos nosotros: perfectible. Solamente quiero pedir a quien fuera que tenga responsabilidad en esta decisión que lo reflexione. Y si esta decisión es propia del padre y se debe a algún sufrimiento que otros hayan causado que también reflexione, y ponga el acento en todos los corazones que ha transformado y hoy le piden que se quede. Que Dios le de templanza, luz y amor para su vida siempre… Y gracias por todos aquellos a quienes nos ha dado una nueva mirada de la  religión y de la fe”.

El padre Albrecht fue entrevistado en aquella oportunidad para El Nuevo en Radio, y en el aire de la FM92.5, dijo que “la verdad es que no me hubiera imaginado tanto apoyo y cariño, no solamente de la parroquia, esto me ha llenado el corazón e hizo que pensara algunas cositas y balancear para llevar adelante todo este trabajo y tomar la decisión de seguir junto con el obispo”.

Pero también reveló que su posible alejamiento de Rojas tenía bases firmes: “La verdad es que el obispo y la gente estaban muy contentos con mi trabajo, y siempre destaco que la gente colaboró mucho en todos los eventos, la gente de Rojas es muy generosa y llegamos a un montón de personas, pero había cosas internas que estaban dañando mucho a la iglesia, y yo como responsable no podía mirar para el costado. Tengo un carácter fuerte en ese sentido, tanto en mi vida anterior como en el seminario. Pero veía cosas que o las denunciaba, o me iba, porque estas eran decisiones que debían tomarse más arriba. Antes de entrar al seminario yo era muy crítico de la iglesia, sé bien lo que la gente critica de la iglesia, y como me dijo una vez un curita viejo, las puertas no sólo están para entrar, sino también para salir. Yo sabía que había gente necesitada de una palabra de esperanza, de un sostén, de un acompañamiento, de un abrazo. Esto transforma el corazón, porque el amor es algo que te transforma el corazón”.

A este respecto, Mons. Santiago le dijo a este diario que, a su entender, la confirmación de Albrecht como párroco local “llevó tranquilidad a la gente”, y destacó su satisfacción por el trabajo que el sacerdote está realizando en nuestro distrito.

“Vine a poner a Gustavo en posesión de la parroquia para darle estabilidad, porque hasta ahora era administrador y tiene menos estabilidad. Ahora, ustedes lo escucharon, el párroco tiene mandato por seis años y, si el proyecto va bien puede pedir una renovación por el mismo tiempo. Quiere decir que esta estabilidad le permite a un párroco llevar adelante un proyecto. Pero lo de Gustavo se produjo muy rápido: resulta evidente que, en tan poco tiempo, la gente está muy contenta con él. Pero hay cosas que llevan tiempo, y esto le permitirá profundizar y desarrollar lo que viene haciendo”, reflexione el prelado a ese respecto.

Santiago reveló que por ello había nombrado primero a Albrecht como administrador, y luego lo oficializó como párroco. “Esto es habitual; el tiempo de administrador no era de vigilancia, sino de madurez, de aprender el oficio de párroco”, explicó. En ese sentido, dijo que “la transparencia de la administración parroquial lleva a que la gente se inserte, colabore y ayude. Por eso armamos un Consejo de Asuntos Económicos, y el Consejo Pastoral, que es el ente de gobierno”, indicó, en la misma línea.

Respecto de las multitudes que viene reuniendo el padre Gustavo, tanto cuando se pedía su permanencia, como este sábado cuando fue oficializado como párroco, Santiago opinó que “es signo de que la gente está muy contenta; yo ya había percibido esto otras veces, y me había dado cuenta desde el vamos: la gente estaba ansiosa y hasta dudosa de su permanencia. Pero siempre había dicho que se trataba de un tiempo de maduración. Tampoco tenemos tantos sacerdotes para ir cambiando”, completó Santiago.

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